Millones de controversias interminables: Jimmy Demón lidera el banco "J.P. Morgan" entre las cumbres financieras y las tormentas laborales.
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En un movimiento sorprendente, el salario de Jamie Dimon, CEO del banco JPMorgan Chase, aumentó un 8.3 % a 39 millones de dólares para el año 2024, en comparación con los 36 millones de dólares en 2023. Este aumento se produce en medio de su supervisión de logros financieros récord y crecimiento en todas las líneas de negocio, según anunció el banco el jueves. El paquete de compensación incluyó un salario base de 1.5 millones de dólares, además de bonos variables basados en el rendimiento por un valor de 37.5 millones de dólares. Al mismo tiempo, Dimon generó amplio debate debido a su postura firme sobre la política de trabajo remoto. Durante una reunión interna en Columbus, Ohio, criticó fuertemente a los empleados del banco que expresaron preocupaciones sobre el regreso obligatorio a las oficinas, afirmando que trabajar desde casa "no fomenta la creatividad ni ayuda a tomar decisiones rápidamente". Añadió: "No quiero que nadie me diga que trabajar desde casa los viernes funciona, ¡llamo a muchas personas los viernes y no puedo contactar a nadie!". El debate no se detuvo ahí, ya que muchos empleados firmaron una petición para mantener el modelo de trabajo híbrido, pero Dimon consideró estos esfuerzos como una "pérdida de tiempo", insistiendo en que las grandes empresas operan desde sus oficinas y no desde sus hogares. También advirtió que la generación más joven sufre social e intelectualmente debido al trabajo remoto, diciendo: "¡La mayoría de ustedes vive en comunidades mucho menos diversas que esta sala!". En medio de estas tensiones, JPMorgan anunció un plan para despedir a 1000 empleados durante febrero, con más oleadas de recortes en marzo, mayo, junio, agosto y septiembre. Esta medida se enmarca en un amplio movimiento para devolver a los empleados a las oficinas, en línea con las directrices del expresidente estadounidense Donald Trump sobre el regreso de los empleados federales a sus lugares de trabajo. Las decisiones firmes de Dimon han generado una división marcada entre quienes las consideran necesarias para aumentar la productividad y quienes las ven como una obstinación injustificada para ignorar las transformaciones modernas en el entorno laboral.