La escena política y militar en Israel está experimentando una creciente tensión, en medio de un desacuerdo público entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el jefe de Estado Mayor, el general Eyal Zamir, sobre el futuro de las operaciones militares en la Franja de Gaza, justo antes de una sesión esperada hoy del gabinete de seguridad.
El periódico Yedioth Ahronoth reveló que el general Zamir presentará ante el gabinete los altos costos asociados con permanecer mucho tiempo dentro de Gaza, insistiendo en rechazar la ejecución de cualquier nueva maniobra terrestre o la expansión de las operaciones militares, advirtiendo que lanzar una operación de combate violenta podría durar meses y requerir la movilización de al menos seis divisiones militares en los bastiones de Hamas al oeste de la ciudad de Gaza, áreas que el ejército no ha ingresado en un año.
Por otro lado, Netanyahu amenaza con una escalada amplia, insinuando una invasión total de la franja.
Un funcionario de su oficina, en declaraciones transmitidas por el canal 12 israelí, confirmó que el primer ministro está inclinado a llevar a cabo una operación integral para tomar el control total de Gaza, después de que las negociaciones indirectas con Hamas sobre el intercambio de prisioneros y el alto el fuego llegaran a un callejón sin salida.
Según fuentes cercanas a Netanyahu, la decisión ha sido tomada: "Nos dirigimos hacia una ocupación total de la Franja de Gaza, y las operaciones incluirán áreas donde también se retienen rehenes", amenazando que el jefe de Estado Mayor podría renunciar si no se ejecutan las órdenes.
No obstante, otras fuentes, según lo informado por el periódico Maariv, negaron que Netanyahu haya tomado su decisión final sobre la expansión de las operaciones, considerando que lo que se ha discutido son solo filtraciones inexactas.
Esta posible escalada llega en un momento en que la Franja de Gaza enfrenta una situación humanitaria catastrófica, en medio de una amplia destrucción y una grave escasez de alimentos y medicinas.
Según informes de las Naciones Unidas, Gaza está al borde de la hambruna, ya que Israel impone un control estricto sobre todos los pasos fronterizos, impidiendo total o parcialmente la entrada de ayuda humanitaria desde hace varios meses.
A pesar de los intentos de países árabes y extranjeros de aliviar la crisis mediante operaciones de lanzamiento aéreo de ayuda en los últimos días, organizaciones humanitarias internacionales han confirmado que este método es ineficaz y costoso, dado que las cantidades que se pueden entregar son mínimas en comparación con el transporte terrestre.
Con la continua división interna israelí entre el liderazgo político y militar, y el estancamiento en las negociaciones con Hamas, el futuro de Gaza permanece abierto a todas las posibilidades, en medio de una creciente preocupación regional e internacional por una mayor explosión de la situación.