Líbano acelera los pasos para restringir las armas en manos del estado en medio de la oposición de Hezbolá y advertencias iraníes

El gobierno libanés continúa sus discusiones sobre el tema de restringir las armas en manos del estado, en el marco de sus esfuerzos por implementar un plan temporal claro, después de encargar al ejército la elaboración de una propuesta ejecutiva que se espera sea entregada antes de finales de agosto, según informó la agencia "Reuters".
La tensión ha aumentado con el anuncio de Hezbolá de su rotundo rechazo a la decisión del gobierno, calificándola en un comunicado oficial como "el gran pecado", mientras que el ministro de los desplazados libanés, Kamel Shhada, afirmó en una declaración a "Al Arabiya" que "el gobierno no retrocederá en su decisión de restringir las armas en manos del estado".
No solo las partes locales han respondido, sino que el enfrentamiento se ha extendido al nivel regional, donde el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, advirtió sobre el fracaso de cualquier intento de desarmar a Hezbolá, considerando que el partido "tiene la capacidad plena para defenderse", en una declaración que se interpreta como un indicio del apoyo de Teherán al partido.
En este contexto, medios de comunicación han revelado fuentes informadas sobre el contenido del documento estadounidense que se está discutiendo, el cual divide el proceso de desarme en un marco temporal específico.
La primera fase tiene como objetivo preparar al ejército libanés un plan integral para desarmar a Hezbolá y a otras "milicias", que se presentará al Consejo de Ministros para su aprobación antes de finales de este mes.
La segunda fase incluye la implementación de un desarme completo de todos los tipos de armas, comenzando desde drones y proyectiles hasta granadas de mano, con el desmantelamiento de la mitad de estas armas durante los primeros treinta días, y completando el proceso en la segunda mitad de esta fase que se extiende por 60 días. A cambio, Israel comenzará a retirarse de tres puntos fronterizos en el sur del Líbano.
El plan concluye con una tercera fase que se centra en completar la retirada israelí, iniciar negociaciones sobre los temas de los prisioneros y la reconstrucción, además de resolver las disputas fronterizas pendientes entre los dos países.
Las estimaciones indican que el gobierno libanés busca aprobar los mecanismos de implementación del plan lo antes posible, con el objetivo de finalizar el proceso por completo antes de finales de este año, en un paso que busca cerrar el capítulo de las armas ilegales y fortalecer la soberanía del estado.