El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo ayer viernes que Moscú espera una respuesta clara y directa de Kiev sobre la propuesta de formar grupos de trabajo políticos y militares, considerando que este paso podría abrir la puerta a acuerdos sostenibles que pongan fin al conflicto que dura más de tres años.
Lavrov añadió que se han llevado a cabo tres rondas de negociaciones con Ucrania en Estambul este año, que resultaron en acuerdos humanitarios que incluyeron el intercambio de prisioneros y restos de soldados, pero enfatizó que las conversaciones no han logrado un progreso real en los temas fundamentales.
Explicó que la propuesta rusa de crear grupos de trabajo forma parte de los esfuerzos de Moscú para avanzar en el proceso de negociación, lo que fue señalado por el presidente ruso, Vladimir Putin, durante su encuentro con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en la isla de Valam el primero de agosto.
Lavrov acusó al presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, de emitir declaraciones contradictorias que obstaculizan el camino negociador, diciendo que Zelensky a veces llama a un alto el fuego inmediato sin condiciones previas, mientras pide a Occidente que use la tregua para suministrar a su país nuevas armas, y en otras ocasiones sugiere reemplazar la fórmula de Estambul con una reunión directa con Putin, para luego volver a exigir a Occidente que cambie el liderazgo ruso, añadiendo que estas declaraciones cambiantes se repiten casi cada dos días.
Lavrov afirmó que todos los que estén interesados en lograr un avance real hacia la resolución deben prestar atención a esta "disociación clara en la conciencia política" del liderazgo ucraniano, señalando que Rusia sigue abierta al diálogo siempre que haya una posición ucraniana unificada y clara.