Larijani y Powell acuerdan continuar la consulta sobre el archivo nuclear

El secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Larijani, discutió con el asesor de seguridad nacional británico, Jonathan Powell, en una llamada telefónica realizada el miércoles, las formas de activar las negociaciones nucleares y encontrar una solución al tema de "la cláusula de activación".
La oficina de Larijani informó que ambas partes acordaron "continuar el intercambio de opiniones para organizar los asuntos nucleares a través de negociaciones".
La llamada telefónica se produjo tras la activación por parte de los tres países europeos (Reino Unido, Francia y Alemania) de "la cláusula de activación" hace unos días, que permite restablecer las sanciones de las Naciones Unidas contra Teherán en virtud del Acuerdo de Acción Integral Conjunta de 2015, teniendo en cuenta que la validez para reactivar estas sanciones finaliza el próximo mes de octubre.
Por su parte, Larijani expresó la apertura de Teherán a mantener conversaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear, rechazando cualquier discusión sobre imponer restricciones al programa de misiles iraní.
Larijani dijo en un post en la plataforma "X": "El camino hacia las negociaciones con Estados Unidos no se ha cerrado, sin embargo, los estadounidenses solo hablan de conversaciones y no vienen a la mesa de negociaciones, y erróneamente afirman que Irán no está negociando".
Agregó: "Ellos proponen restricciones que saben que no se pueden lograr, como las restricciones sobre los misiles, presentando un modelo que prácticamente cierra el camino a las negociaciones".
Cabe recordar que las conversaciones nucleares entre Teherán y Washington se detuvieron a mediados de junio pasado, tras un ataque israelí a Irán en el que Estados Unidos participó llevando a cabo ataques contra instalaciones nucleares iraníes.
Washington se retiró del acuerdo nuclear en 2018 durante la presidencia de Donald Trump, y volvió a imponer sanciones a Teherán, que posteriormente respondió retrocediendo en algunos de sus compromisos bajo el acuerdo, especialmente en lo que respecta a los niveles de enriquecimiento de uranio.
Los países occidentales sospechan que Irán busca poseer armas nucleares, lo que Teherán niega categóricamente, afirmando que su programa nuclear es puramente pacífico y civil.
Por su parte, Estados Unidos acogió con satisfacción el paso europeo sobre "la cláusula de activación", señalando su apertura a mantener conversaciones directas con Irán.