Kanye West enfrenta aislamiento artístico y financiero después de sus controvertidas declaraciones y la prohibición de sus conciertos en Europa

El rapero estadounidense Kanye West está enfrentando una tormenta de críticas y sanciones después de sus controvertidas declaraciones en las que fue acusado de enaltecer el pensamiento nazi, lo que ha llevado a que se le prohíba actuar en varios países europeos importantes, y su situación financiera se ha deteriorado significativamente.
Informes de medios indican que West ya no puede asegurar conciertos rentables como solía hacer, ya que varios países, incluyendo Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, los países nórdicos y Australia, han rechazado su presencia, ya sea por obstáculos en la obtención de visas o decisiones directas de boicotearlo.
Según el periódico "Financial Express", West solía pedir hasta 7 millones de dólares por concierto, una cantidad que supera lo que ganan estrellas mundiales como Adele y Coldplay. Sin embargo, la mayoría de las ofertas que recibe son rechazadas, incluso de lugares famosos como el estadio de Wembley y el estadio de Londres, por temor a protestas.
La crisis se intensificó después de que West lanzara una canción titulada "Viva Hitler", que concluía con un fragmento de un discurso del líder nazi Adolf Hitler de 1935. Las autoridades alemanas prohibieron la canción por violar las leyes contra el discurso de odio, y fue eliminada de la mayoría de las plataformas de transmisión a nivel mundial.
Mientras West solía depender de sus grandes conciertos en estadios con capacidad para más de 80,000 espectadores, su próxima participación en el festival de música "Robicon" en Bratislava el 20 de julio no superará los 26,000 espectadores, lo que refleja una gran disminución en su popularidad.
Esta crisis ha impactado directamente en la situación financiera de West, ya que perdió alrededor de 3 millones de dólares en un solo día durante el pasado mes de mayo, según informes financieros. Su fortuna también ha disminuido de 2 mil millones de dólares a solo alrededor de 400 millones de dólares, lo que muestra la magnitud de las pérdidas que está experimentando.
En Australia, el hogar de su esposa, Bianca Sensory, el ministro del Interior Tony Burke anunció que West ya no tiene una visa válida, afirmando que "importar odio no es aceptable".
El futuro artístico y financiero de West parece enfrentar desafíos sin precedentes, con consecuencias legales y sociales que podrían prolongarse por un tiempo considerable.