El ministro libanés de Emigrantes, Kamal Shhada, afirmó que el estado libanés no retrocederá en su decisión de limitar el armamento al ejército, señalando en una entrevista desde Beirut que el arsenal de Hezbollah no ha protegido al Líbano, sino que ha contribuido a su destrucción, instando a proteger al país a través de la diplomacia, no del armamento.
Shhada explicó que la obstinación de Hezbollah en el asunto de su armamento "no ha conducido a un resultado positivo", y a pesar de ello, confirmó la existencia de una oportunidad diplomática que aún está en pie y que no debe ser desaprovechada.
Sus declaraciones llegan junto con información privada que indica que la rama militar de Hezbollah informó al presidente del parlamento, Nabih Berri, su rechazo a entregar el armamento, incluso en caso de retirada de Israel del sur, insinuando una escalada si el estado intenta desarmar por la fuerza.
Las fuentes confirmaron que Berri, a su vez, informó al enviado estadounidense Thomas Brack que no puede comprometerse a desarmar a Hezbollah al norte del río Litani, mientras las instituciones del estado libanés muestran un creciente enojo hacia la postura del partido, en medio de la insistencia presidencial en seguir adelante con la implementación de la decisión de limitar el armamento.
En un contexto relacionado, la presidencia libanesa anunció después de la reunión de Brack con el presidente Michel Aoun, la entrega del "proyecto de memorando integral" sobre la implementación de lo prometido por el Líbano en la declaración del 27 de noviembre de 2024, tras el alto el fuego entre Hezbollah e Israel.
El memorando incluyó la confirmación del estado de ejercer su autoridad sobre todo el territorio libanés y limitar el armamento a las fuerzas armadas legítimas únicamente.
Por su parte, Brack consideró que el desarme de Hezbollah es una "cuestión interna libanesa", pero calificó la falta de entrega como "decepcionante". Explicó que Estados Unidos "no obligará a Israel a tomar medidas específicas", pero busca reunir mentes tranquilas para encontrar una solución.
A pesar del alto el fuego, Israel continúa llevando a cabo ataques a sitios en el sur del Líbano que afirma están vinculados a Hezbollah, asegurando que no permitirá la reconstrucción de sus capacidades militares.
También ha rechazado hasta ahora retirarse de cinco colinas estratégicas que siguen bajo su control, a pesar de la demanda del Líbano.
Cabe mencionar que el acuerdo establece la retirada de Hezbollah del sur del río Litani (30 km de la frontera), a cambio del despliegue del ejército y de las fuerzas de la UNIFIL, además de la retirada de las fuerzas israelíes de las áreas a las que avanzaron durante la guerra.