Iraqí y Lavrov: Europa "carece de autoridad legal" para activar el mecanismo de sanciones contra Irán

En una llamada telefónica entre ellos, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, y su homólogo ruso, Sergey Lavrov, discutieron los últimos desarrollos relacionados con el programa nuclear iraní, especialmente las recientes amenazas lanzadas por la Unión Europea de volver a imponer sanciones a Teherán.
La agencia de noticias iraní "Mehr" informó hoy sábado que la conversación se centró en los movimientos de Gran Bretaña, Francia y Alemania (conocidos como la troika europea) destinados a activar lo que se conoce como "mecanismo de activación" (Snap Back) estipulado en el acuerdo nuclear de 2015, con el objetivo de restablecer las sanciones internacionales contra Teherán, además del tema de la cooperación de Irán con la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Según informó la agencia, ambas partes acordaron una posición unificada, donde afirmaron que los tres países europeos "como resultado de su incumplimiento de las obligaciones bajo el acuerdo nuclear de 2015 por un lado, y su cooperación con Estados Unidos en atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán por el otro, han violado flagrantemente la resolución número 2231, y por lo tanto carecen de autoridad legal y moral para recurrir al mecanismo de resolución de disputas bajo el Plan de Acción Integral Conjunto (acuerdo nuclear) con el fin de restaurar las decisiones del Consejo de Seguridad anuladas".
Los ministros enfatizaron durante la conversación la necesidad de que el Consejo de Seguridad ponga fin a la aplicación de las disposiciones de la resolución 2231 en el plazo previamente establecido, sin ninguna extensión.
Esta llamada se produce en un contexto de amenazas crecientes por parte de Europa de volver a imponer sanciones de la ONU a Irán mediante la activación del "mecanismo de activación", basado en demandas europeas clave que incluyen la renovación del acceso de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica a las instalaciones nucleares iraníes, y aclarar el destino de aproximadamente 400 kilogramos de uranio altamente enriquecido, que supuestamente ha estado desaparecido desde el ataque estadounidense a las instalaciones nucleares en Irán.