Irak revela un testimonio desgarrador de los crímenes de ISIS en Nínive

Las autoridades iraquíes comenzaron hoy, domingo, el proceso de apertura de la tumba de Al-Khasfa, al sur de la provincia de Nínive, que se considera la mayor fosa común de las víctimas del grupo ISIS, y contiene los restos de cientos, y tal vez miles, de iraquíes que fueron asesinados durante el período de control del grupo en la región entre 2014 y 2017.
La Dirección de Asuntos y Protección de las Fosas Comunes declaró en un comunicado que esta fosa "representa el testimonio más desgarrador de los crímenes de ISIS en Irak y uno de los principales sitios de genocidio".
Según el comunicado, los restos serán exhumados y entregados a la Dirección de Medicina Legal para realizar pruebas de ADN y comparar tejidos sanguíneos con los familiares de las víctimas, dentro de un marco legal y humanitario y bajo supervisión judicial, médica y técnica especializada.
Un equipo especializado de la dirección supervisó la apertura de la fosa, que se encuentra a 20 km al sur de la ciudad de Mosul, con la presencia del director general de la Dirección de Asuntos y Protección de las Fosas Comunes, Diaa Al-Saadi, y el gobernador de Nínive, Abdul Qadir Al-Dukhail.
Una fuente de la dirección dijo a la agencia de noticias alemana (DPA) que un equipo iraquí especializado se encargará durante la primera semana de las operaciones de búsqueda y excavación en los alrededores de la fosa, y se anunciará más adelante el número oficial de las víctimas que contiene.
La fosa de Al-Khasfa es una de las principales evidencias del alcance de las violaciones cometidas por el grupo ISIS contra los iraquíes, y reabre el expediente de los desaparecidos y los que han sido forzosamente desaparecidos que dejó años de guerra, en un momento en que Bagdad busca documentar los crímenes y responsabilizar a los involucrados, junto con sus esfuerzos por lograr justicia transicional y reparar a las familias de las víctimas.