El asistente del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Said Khatibzadeh, anunció anoche, sábado, que Teherán no tiene prisa por entrar en ningún tipo de interacción indirecta o negociación con Estados Unidos, enfatizando que su país no se rendirá ante las presiones de Washington.
Khatibzadeh dijo que Estados Unidos "no establece líneas rojas cuando se trata de atacar las instalaciones nucleares pacíficas de otros países", advirtiendo que "Washington debe aprender que agredir la soberanía de los países de esta manera violenta no es aceptable".
Estas declaraciones se produjeron en medio de temores de un aumento del conflicto entre Irán e Israel tras los ataques aéreos que apuntaron a las instalaciones nucleares iraníes en junio pasado.
El funcionario iraní confirmó que el uranio enriquecido al 60% está actualmente completamente bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica, añadiendo que los inspectores de la agencia regresarán a Irán pronto.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Ismail Baqaei, aclaró el 28 de julio que la Agencia Internacional de Energía Atómica visitará Irán en dos semanas, señalando que Teherán proporcionará una guía para el futuro de la cooperación con la agencia basada en una nueva ley aprobada por el parlamento que impone restricciones a las operaciones de inspección, donde cualquier inspección futura requerirá la aprobación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán.
A pesar de estos pasos, el portavoz reiteró que Teherán podría reanudar las conversaciones indirectas con Estados Unidos "si así lo exige el interés nacional", pero señaló que actualmente no hay planes para una sexta ronda de negociaciones nucleares con Washington.
Estas declaraciones se producen días después de que el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica anunciara la disposición de Irán para reanudar las conversaciones técnicas.
Teherán y Washington han celebrado cinco rondas de negociaciones bajo los auspicios de Omán, pero se detuvieron después de la guerra de junio que duró 12 días entre Irán e Israel.
Es importante señalar que la Agencia Internacional de Energía Atómica expresó una profunda preocupación por las existencias de Irán de uranio altamente enriquecido, que ascienden a aproximadamente 400 kilogramos, en medio de la continua negativa de Teherán a detener el enriquecimiento de uranio a nivel nacional, afirmando que su programa nuclear es completamente pacífico, ya que es miembro del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Estos desarrollos ocurren en un contexto de creciente tensión en la región, en medio del temor a una escalada militar generalizada entre Irán e Israel, mientras se llevan a cabo intentos internacionales para contener la crisis y mantener la estabilidad en el Medio Oriente.