En un nuevo y sorpresivo escalofrío, las fuerzas rusas lanzaron un intenso ataque aéreo sobre la capital ucraniana Kiev en la madrugada de este jueves, utilizando cohetes y drones, lo que resultó en la muerte de dos personas y más de 52 heridos de diversa gravedad, según las autoridades ucranianas.
El ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, confirmó que el ataque afectó amplias áreas de la capital, siendo Sviatoshynsky y Solomiansky las más afectadas.
En una publicación en la aplicación Telegram: "En total, hasta las seis y media de la mañana hora de Kiev, hubo una muerte y más de 20 heridos", agregando que uno de los cohetes impactó en un edificio residencial, destruyendo una parte completa, donde se rescataron dos personas con vida de entre los escombros.
Por su parte, el comandante de la administración militar de Kiev, Timur Tkachenko, señaló que el bombardeo afectó aproximadamente diez áreas de la ciudad, incluyendo una institución educativa, y el número de heridos se elevó a 27 personas, mientras que la víctima fue una mujer.
En un desarrollo llamativo, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, mencionó que la intensidad de las explosiones provocó la rotura de cristales en la unidad de pediatría de uno de los hospitales, sin registrar heridos allí.
El sangriento ataque llevó al ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andriy Sebiga, a exigir "ejercer la máxima presión" sobre Moscú para obligarla a detener la guerra, considerando que el silencio internacional agrava el sufrimiento de los civiles.
Por otro lado, el ejército ruso anunció hoy la "liberación" de la estratégica ciudad de Chasiv Yar en la región de Donetsk, este de Ucrania, una ciudad vital para el despliegue militar ucraniano, que ha sido escenario de intensos combates durante varios meses.
En un comunicado del Ministerio de Defensa ruso se informó que las fuerzas "lograron tomar el control total de la ciudad", en un avance militar considerado el más importante desde el comienzo del verano actual.
Cabe destacar que este nuevo recrudecimiento se produce en un momento en el que aumentan las advertencias sobre la expansión del conflicto, con el retroceso de los esfuerzos diplomáticos y la complejidad del escenario en el terreno, lo que augura más violencia y sufrimiento para los civiles.