En Kenia, una rara hormiga descubre una red de contrabando que incluye extranjeros de Europa y Asia.
April 16, 2025379 VisitasTiempo de lectura: 3 minutos
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En una escena más cercana a las historias extrañas, como dos adolescentes belgas frente a la justicia en la capital de Kenia, Nairobi, por un cargo que nunca esperaron que los llevara a los tribunales: ¡contrabando de 5400 hormigas! Los jóvenes, Lornoy David y Seppe Lodewijckx, ambos de diecinueve años, se encontraron en manos de la policía keniana después de que se descubrieran pequeños contenedores de lana y algodón dentro de una casa de huéspedes donde se alojaban, que contenían miles de hormigas del tipo Messor cephalotes, una especie grande, roja, nativa del este de África que suele habitar en campos abiertos y cerca de carreteras. Los jóvenes justificaron su acción como un acto de curiosidad y diversión, asegurando que no sabían que la recolección de este tipo de insectos estaba prohibida por la ley keniana, hasta el momento de su arresto el 5 de abril pasado. Sin embargo, la policía no se conformó con estos dos acusados, más tarde arrestaron a otras dos personas por un cargo similar: el keniano Dennis Ng'ang'a, de 27 años, y su socio vietnamita Duh Hung Nguyen, especializado en informática, quienes tenían 400 hormigas adicionales del mismo tipo. Ante el tribunal, expertos ambientales revelaron información impactante: el valor estimado de estas hormigas incautadas supera el millón de chelines kenianos, equivalente a unos 7700 dólares estadounidenses. Explicaron que el destino de este "tesoro ambiental" era principalmente Europa o Asia, lo que las autoridades describieron como un cambio notable en las rutas de contrabando, de elefantes y rinocerontes a especies más pequeñas pero igualmente importantes para el ecosistema. En un comunicado posterior a la sesión, Philip Muruthi, vicepresidente de conservación ambiental en la Fundación de Vida Silvestre de África, afirmó que las hormigas no son solo simples insectos, sino un elemento fundamental para enriquecer el suelo, estimular el crecimiento de las plantas y proporcionar alimento a aves y otros animales. Agregó: "Cuando miras un bosque saludable como el bosque de Ngong, no piensas mucho en por qué prospera... desde las bacterias hasta las hormigas, todo desempeña un papel integral... por lo tanto, incluso si se comercia con estos recursos, debe ser organizado y respetuoso con el medio ambiente". Este caso extraño arroja luz sobre nuevas dimensiones del tráfico ilegal de seres vivos, y refleja cómo elementos muy pequeños pueden tener un gran impacto ambiental, al mismo tiempo que plantea preguntas sobre el equilibrio entre la pasión por el descubrimiento y el respeto por las leyes ambientales locales.