Al-Hijri: Suwayda enfrenta un genocidio sistemático en medio del silencio de la comunidad internacional

El jeque Hikmat Salman Al-Hijri, presidente espiritual de la comunidad de los drusos, emitió hoy sábado un comunicado en el que expresa sus condolencias a las familias de las víctimas de Suwayda que cayeron mientras se defendían de lo que describió como "ataques terroristas", afirmando que lo que ocurre en la región constituye un "genocidio sistemático" que se lleva a cabo a la vista y oído del mundo en medio de un silencio internacional injustificable.
Al-Hijri explicó que la provincia de Suwayda vive una situación trágica, donde los habitantes sufren un asedio asfixiante que ha llevado a una grave escasez de agua y electricidad, además de la falta de alimentos.
También continuó diciendo que la región también está experimentando bombardeos aleatorios, secuestros de inocentes, ejecuciones sumarias e incendios de casas con sus habitantes dentro, considerando que estas violaciones constituyen crímenes de guerra según las leyes internacionales y los convenios de Ginebra.
Además, Al-Hijri condenó lo que llamó "campañas de desinformación" que buscan justificar estos actos brutales bajo el pretexto de "paz", agradeciendo las posiciones de apoyo expresadas por algunos países y entidades, incluyendo Estados Unidos, Israel, los países del Golfo, además de la administración autónoma en el norte y este de Siria.
Al-Hijri pidió a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad Internacional que tomen medidas urgentes, en las que delineó cinco demandas principales: primero, abrir una investigación internacional imparcial; segundo, remitir a los responsables de los crímenes a la Corte Penal Internacional; tercero, enviar misiones de observación internacional para proteger a los civiles; cuarto, detener cualquier apoyo dirigido a los grupos armados que asedian Suwayda; y finalmente, garantizar la retirada de esos grupos de los límites de la provincia.
Al final de su declaración, Al-Hijri instó a los habitantes de Suwayda a unirse y rechazar la división, enfatizando que la gente de la montaña nunca ha sido promotores de la guerra, pero no dudarán en defenderse a sí mismos y su tierra, añadiendo que "el Monte de los Árabes" permanecerá firme e inquebrantable.