Google advierte sobre las repercusiones de desmantelar "Chrome" en su batalla legal con el gobierno estadounidense.

Google enfrentó al gobierno de los Estados Unidos en una audiencia federal el viernes 30 de mayo, discutiendo las recomendaciones oficiales que exigen desmantelar el navegador "Chrome" de la empresa matriz después de comprobar prácticas monopolísticas en el mercado de búsqueda en línea. Esta audiencia marca el final de las argumentaciones que duraron tres semanas, con la expectativa de que se emita el fallo final en agosto próximo.
El Departamento de Justicia de EE. UU. insta a medidas estrictas contra Google, incluyendo la venta de Chrome, la suspensión de acuerdos exclusivos con fabricantes de teléfonos que hacen que el motor de búsqueda de Google sea la opción predeterminada, y obligar a la empresa a compartir datos de búsqueda con competidores.
Por su parte, el abogado John Schmidtlein, representante de Google, defendió la postura de la empresa, considerando que separar Chrome tendría un gran impacto negativo. Dijo: "Separar Chrome de Google le quitará mucho de lo que lo hace lo que es hoy. No entiendo cómo alguien puede afirmar que tal medida promoverá la competencia".
Señaló que la mayoría de los usuarios de Chrome están fuera de los Estados Unidos, advirtiendo que la decisión "afectará negativamente a millones de usuarios en todo el mundo, para quienes Chrome es su ventana principal a Internet".
Google presentó soluciones alternativas, como permitir la tienda Google Play sin obligar a los fabricantes a instalar Chrome o el motor de búsqueda de antemano. Sin embargo, el representante del gobierno, David Dalkowitz, rechazó estas propuestas, diciendo: "Separar entidades mediante la creación de subsidiarias no es una medida extrema, sino una práctica común en casos de competencia similares, que ha demostrado ser exitosa en el pasado".
Schmidtlein afirmó que el gobierno no presentó pruebas suficientes para demostrar que los competidores habrían ganado una mayor participación sin los acuerdos exclusivos, citando a Verizon, que continuó utilizando el motor de búsqueda de Google a pesar de poseer Yahoo! desde 2017 sin necesidad de un contrato formal.
Esta batalla legal tiene lugar en un momento en el que el motor de búsqueda tradicional enfrenta una creciente presión de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT y BERTplexity, que ofrecen alternativas de búsqueda avanzadas.