El oro está experimentando fuertes aumentos debido a las tensiones regionales.

Los mercados mundiales de oro registraron un rendimiento sólido durante la semana que finalizó el viernes 13 de junio, con un aumento de precios del 4% impulsado por una ola de compras generalizadas tras la escalada militar entre Israel e Irán. El precio por onza alcanzó los 3450 dólares con los inversores dirigiéndose hacia activos seguros en medio de las preocupaciones geopolíticas.
Los precios del oro al contado experimentaron un aumento claro del 1.3% para establecerse en 3428.10 dólares por onza, acercándose a sus niveles históricos más altos registrados en abril en 3500.05 dólares. Los contratos de futuros de oro también vieron un aumento significativo del 1.4% alcanzando sus niveles más altos desde abril pasado, mientras que el fondo SPDR Gold (GLD) subió un 1.2%.
En un contexto relacionado, el banco Goldman Sachs reafirmó sus pronósticos positivos para el futuro del metal amarillo, anticipando que las fuertes compras de los bancos centrales impulsarán los precios a 3700 dólares por onza para finales de 2025, y luego a 4000 dólares para mediados de 2026. Estas predicciones coinciden con las del Banco de América, que también espera que los precios alcancen los 4000 dólares en los próximos doce meses.
A pesar de este sólido desempeño, algunos de los principales mercados asiáticos experimentaron una disminución en la demanda debido al gran aumento de los precios, superando el precio del oro en la India la marca de las 100,000 rupias, un nivel psicológico importante que afectó las decisiones de compra de los consumidores.
En cuanto a otros metales, la plata tuvo movimientos mixtos, cayendo un 0.3% a 36.27 dólares por onza a pesar de haber logrado ganancias semanales del 0.9%. El platino registró una fuerte caída del 5.9% a 1219.03 dólares, mientras que el paladio cayó un 1.3% a 1041.51 dólares.
Este desempeño se produce en un ambiente tenso después de los ataques israelíes a sitios dentro de territorio iraní y la respuesta de Teherán con un ataque a Tel Aviv, lo que llevó a los inversores a fortalecer sus movimientos hacia refugios seguros. Las previsiones actuales apuntan a una continuación de la tendencia alcista a medio plazo, con factores geopolíticos y económicos que respaldan la demanda del metal precioso.