Las autoridades tunecinas continúan, por tercer día consecutivo, sus intensos esfuerzos para extinguir incendios extensos que estallaron en varias selvas y montañas en el norte del país, en medio de una ola de calor récord que ha avivado el fuego y acelerado su propagación, en un intento por evitar su expansión y su llegada a las zonas residenciales cercanas.
Según la Protección Civil, se ha controlado 202 incendios en las últimas horas, mientras los equipos de extinción siguen trabajando para apagar otros incendios que estallaron ayer viernes en densos bosques en la montaña de Mansour, que conecta las provincias de Zaghouan y Siliana.
En esas áreas, varios ciudadanos han lanzado llamados de socorro después de que las llamas se acercaran a sus hogares debido a los fuertes vientos y las altas temperaturas.
Los videos compartidos mostraron escenas aterradoras de las llamas devorando los altos árboles entre densas nubes de humo que cubrían el cielo, mientras los equipos de extinción se apresuraban para evitar que el fuego llegara a las zonas residenciales adyacentes a los bosques.
El balance preliminar indica que cientos de hectáreas de vegetación han resultado dañadas, sin que se registren pérdidas humanas hasta el momento.
Las autoridades han instado a los ciudadanos a ser cautelosos y evitar acercarse a los bosques o encender fuego al aire libre, enfatizando que la situación está bajo control continuo en el terreno y que las operaciones de extinción continuarán hasta que los incendios estén completamente controlados.
Los incendios en Túnez no son algo nuevo, ya que se repiten cada año al comienzo del verano, impulsados por el aumento de las temperaturas, y se atribuyen a factores climáticos, negligencia humana y a veces a acciones deliberadas.