Se concluyeron ayer viernes las conversaciones nucleares que se llevaron a cabo en el consulado iraní en Estambul entre Teherán y el trío europeo representado por Gran Bretaña, Francia y Alemania, sin lograr ningún avance tangible en el expediente del programa nuclear iraní, según fuentes oficiales iraníes.
El viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Kazem Gharibabadi, dijo a la agencia "Associated Press" que la reunión fue "seria, franca y detallada" y se centró en cuestiones nucleares y sanciones, acordando continuar las discusiones más adelante, en medio de un ambiente de creciente tensión.
Estas conversaciones tienen lugar en un momento en el que la presión europea sobre Teherán está aumentando para que se comprometa seriamente en las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear, especialmente después de la guerra de 12 días en junio pasado entre Irán e Israel, que vio el bombardeo de instalaciones nucleares iraníes con la participación de bombarderos estadounidenses.
En una declaración relacionada, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, confirmó que el subdirector general del Organismo Internacional de Energía Atómica visitará Teherán en las "próximas semanas" para discutir el marco de cooperación, señalando que la visita no incluirá la inspección de las instalaciones dañadas durante los recientes ataques.
Por su parte, un diplomático europeo advirtió sobre la falta de tiempo, señalando la posibilidad de activar el "mecanismo de desencadenamiento" que permite la reintroducción de sanciones de las Naciones Unidas contra Irán si no se logra un progreso rápido.
Se recuerda que el acuerdo nuclear firmado en 2015 sigue estando parcialmente en vigor y expira oficialmente a mediados de octubre próximo.
Los países europeos exigen garantizar el acceso de los inspectores de la ONU a las instalaciones nucleares iraníes, además de aclarar el destino de 400 kilogramos de uranio altamente enriquecido, que se perdió después del ataque estadounidense.
Al mismo tiempo, Irán continúa afirmando que su programa nuclear es para fines pacíficos, instando a levantar las duras sanciones económicas que han afectado gravemente su economía, a pesar de la interrupción de las conversaciones indirectas con Estados Unidos después de los recientes ataques estadounidenses a sitios nucleares iraníes.
Por su parte, Teherán se niega a detener por completo el enriquecimiento de uranio, mientras que Washington lo condiciona como parte de cualquier acuerdo futuro.