Lo que sucedió en Basora al-Sham: lucha de poder entre la Octava Brigada y la Seguridad General.
April 13, 2025511 VisitasTiempo de lectura: 3 minutos
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En un escenario que evoca los años de división y conflicto, la ciudad de Bosra al-Sham en el este de Daraa presenció eventos de seguridad peligrosos que casi desencadenan una discordia interna entre los habitantes de la región, tras enfrentamientos limitados entre elementos de la Octava Brigada del "Quinto Cuerpo" y las fuerzas de seguridad general, debido a la persecución y detención de un líder local llamado Bilal al-Droubi. Pero lo sucedido en Bosra no fue solo un enfrentamiento de seguridad común. Testimonios desde dentro de la ciudad revelaron que elementos de seguridad general utilizaron expresiones provocativas e insultos directos contra los habitantes durante las redadas, lo que provocó un aumento en la ira popular, llevando a muchas mujeres a salir a las calles para proteger a sus hijos y evitar un enfrentamiento abierto, lo cual ocurrió de hecho. Ahmad al-Awda en el centro de atención La figura más destacada en la escena es Ahmad al-Awda, comandante de la Octava Brigada y exoficial del Ejército Sirio Libre, quien hoy en día es una de las personalidades militares más poderosas en la región del sur. Desde que se unió al Quinto Cuerpo, al-Awda ha sido un paraguas de protección para las áreas del este de Daraa contra el caos armado y el descontrol, rechazando cualquier intento de ajuste de cuentas políticas o tribales a expensas de los civiles. Pero esta protección no fue bienvenida por todos. La relación entre la Octava Brigada y algunas agencias de seguridad ha estado cargada de tensión, especialmente con acusaciones mutuas sobre asuntos sensibles como el contrabando de armas y drogas, y la liquidación de viejas cuentas, lo que ha convertido a Ahmad al-Awda en un objetivo constante de presiones y marginación. La discordia entre los habitantes: un peligro inminente Lo preocupante en Bosra hoy no es solo el enfrentamiento que fue contenido con la intervención de los notables de la ciudad, sino la división que está comenzando a surgir entre los habitantes de la misma región. Algunos apoyan a la Octava Brigada como protectora de la tierra y el honor, mientras que otros la ven como una extensión de los acuerdos posteriores a 2018. El lenguaje incendiario utilizado por algunos elementos de seguridad durante las redadas, al etiquetar a los habitantes de la ciudad como traidores o subordinados, ha sido una chispa real para una tensión que podría convertirse en un conflicto interno si no se controla rápidamente. Llamados a la calma y a desactivar la carga En medio de este ambiente, han surgido llamados de líderes locales y notables tribales para la calma, y para responsabilizar a quienes participaron en la incitación o agraviaron a los habitantes de Bosra, asegurando que la estabilidad no se logrará a través de provocaciones o ajustes de cuentas, sino a través del diálogo y la sinceridad, y restableciendo la relación entre los habitantes y las agencias de seguridad para preservar la dignidad de todos. Conclusión: Lo que ocurrió en Bosra al-Sham no fue un evento pasajero. Es una advertencia real de que el sur de Siria sigue siendo susceptible a encenderse en cualquier momento, y que cualquier intento de debilitar los centros de equilibrio local como la Octava Brigada podría abrir las puertas al caos una vez más. Por lo tanto, solo los sabios pueden salvar a Daraa de una discordia que se está cocinando a fuego lento, y callar sobre ella hoy podría costar a todos un precio muy alto.