Banco Central Europeo: La inflación se acerca al nivel objetivo a pesar de los desafíos económicos continuos.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, anunció que la tasa de inflación en la zona del euro se acerca al nivel objetivo del 2%, confirmando que "nos estamos acercando al objetivo a medio plazo de inflación del 2% que hemos establecido para la estabilidad de los precios".

Esto se dio durante una entrevista con la agencia de noticias china Xinhua, publicada en el sitio web del Banco Central Europeo el sábado 14 de junio.

Lagarde señaló que la estabilidad financiera es un requisito fundamental para lograr la estabilidad de precios, tras la decisión del Banco Central Europeo de reducir las tasas de interés clave en 0.25 puntos porcentuales a principios de junio en respuesta a la caída de la inflación al 2%. Sin embargo, advirtió que la economía enfrenta "vientos en contra" que amenazan la recuperación.

Lagarde agregó que el programa de flexibilización cuantitativa, que ha experimentado 8 recortes de tasas de interés durante el último año por un total de 200 puntos básicos, "está llegando a su fin". También reveló la revisión del banco de sus previsiones de inflación, anticipando que la tasa de inflación en la zona del euro (20 países) alcanzará el 2% este año antes de descender al 1.6% el próximo año.

Además de la política monetaria, la presidenta del Banco Central Europeo señaló el progreso del proyecto de moneda digital del banco, afirmando que la propuesta "está lista para implementarse si es respaldada por los legisladores".

En cuanto a los desafíos económicos globales, Lagarde advirtió sobre el impacto de los aranceles, explicando que "el nivel de incertidumbre generado por las amenazas de imposición de aranceles está debilitando la inversión", añadiendo: "Esto está llevando a todas las instituciones a reducir sus expectativas de crecimiento en la economía mundial. En Estados Unidos, China y Europa, actualmente enfrentamos una situación perdedora para todos".

Esto ocurre mientras el Banco Central Europeo continúa equilibrando sus políticas entre apoyar el crecimiento económico y controlar la inflación, en medio de temores de un desaceleración global creciente.