En medio del empeoramiento de las condiciones humanitarias catastróficas en la Franja de Gaza, los ataques aéreos y los continuos disparos de fuego israelíes ayer lunes resultaron en la muerte de al menos 78 palestinos, incluida una mujer embarazada cuyo bebé fue rescatado inmediatamente después de su nacimiento tras su fallecimiento, aunque el bebé tampoco sobrevivió, según funcionarios de salud locales.
La mayoría de las víctimas fallecieron mientras intentaban conseguir alimentos, a pesar de que Israel anunció recientemente una flexibilización de las restricciones de entrada de ayuda humanitaria al territorio, y una suspensión parcial de sus operaciones militares en algunas áreas, incluidas la ciudad de Gaza, Deir al-Balah y Al-Mawasi, durante 10 horas al día.
A pesar de estas medidas, cientos de familias siguen enfrentando una creciente hambruna en medio de una grave escasez de alimentos y medicinas.
El portavoz del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, Martin Penner, confirmó que los 55 camiones que llegaron al territorio el domingo fueron descargados por la multitud antes de llegar a los beneficiarios reales, debido al continuo cierre de las rutas alternativas.
Mientras Israel anuncia la continuación de sus operaciones militares junto con estas medidas, las agencias internacionales de socorro instan a reforzar la intervención humanitaria urgente para evitar una gran catástrofe humanitaria en Gaza.