Los empleados del servicio exterior británico critican la complicidad de su país con Israel.

La ansiedad está creciendo dentro de los pasillos del gobierno británico por las implicaciones de la postura oficial sobre la guerra en Gaza.
La red "BBC" informa hoy martes que más de 300 empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores británico enviaron una carta al ministro David Lamy el mes pasado, expresando su profunda preocupación por la posibilidad de una "complicidad" británica en las violaciones cometidas por Israel en Gaza, criticando la continua exportación de armas a este país y su flagrante ignorancia del derecho internacional.
Los altos funcionarios del ministerio respondieron a la carta asegurando que aquellos que "se oponen profundamente" a las políticas del gobierno pueden optar por renunciar como un "camino honorable", lo que generó un amplio enfado entre los empleados que vieron en la respuesta un cierre al debate y la expresión de preocupaciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores británico afirmó que tiene sistemas que permiten a los empleados expresar sus inquietudes, y añadió que el gobierno "ha aplicado estrictamente el derecho internacional" en relación con la guerra en Gaza. La respuesta a la carta de los empleados fue dirigida por Sir Oliver Robbins y Nick Dyer, quienes son altos funcionarios del ministerio de Relaciones Exteriores. Ellos dijeron a los firmantes: "Si tienen alguna discrepancia con cualquier aspecto de la política o acciones del gobierno, su último recurso es renunciar al servicio civil. Eso es un comportamiento honorable".
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