"¿Batalla de huesos rotos" o ¿penetración letal? El hijo del Sha de Irán llama a las fuerzas de seguridad a desertar del régimen.

Sin confirmaciones definitivas, el conflicto entre Israel e Irán ha estallado, alcanzando un nivel de escalada nunca antes visto. Las tensiones entre ambas partes solían ser mucho más suaves que lo que está ocurriendo actualmente. Hoy, las cosas han podido deslizarse hacia un punto sin retorno, sin que haya ocurrido un cambio o impacto significativo, al menos en Irán, donde han perdido líderes de primer nivel, similar al violento ataque que debilitó a Hezbollah el año pasado. Mientras el país lidia con los devastadores ataques lanzados por Israel durante la noche y la madrugada del jueves al viernes, y que continúan, las voces que intentan aprovechar la gran brecha y lograr la esperanza anhelada desde hace décadas, derrocar al régimen en el país, se hacen más fuertes. El hijo del difunto Sha de Irán, Reza Pahlavi, entra en escena desde una plataforma externa, instando a las fuerzas de seguridad a desertar del estado gobernado por los líderes religiosos, expresando su esperanza de derrocar al régimen de la República Islámica después de los ataques militares lanzados por Israel. Pahlavi y quienes están de acuerdo con él responsabilizan al líder supremo Ali Khamenei de "arrastrar a Irán a la guerra" con Israel, describiendo al gobierno en Teherán como "débil y dividido". Sus demandas no se limitan a la seguridad y el ejército, sino que avanzan hacia la comunidad internacional diciendo: "No extiendan una mano de ayuda a este régimen terrorista moribundo". El veredicto final sobre la situación no parece ser claro, cada hora que pasa la situación toma forma, dirección y diferentes titulares. Lo único seguro ahora es que tanto Irán como Israel no están cómodos al entrar en una batalla de desgaste, donde no habrá un solo ganador ni un solo perdedor.