En el séptimo día de confrontación directa entre Irán e Israel, una serie de explosiones sacudieron Teherán, Isfahán, Alborz y la región de Karaj cerca de la capital, simultáneamente con ataques aéreos israelíes contra objetivos militares.
La televisión iraní confirmó que Israel bombardeó la planta nuclear de Arak para agua pesada, enfatizando que no hay peligro radiactivo después de evacuar la instalación previamente.
Por su parte, Irán lanzó alrededor de 20 misiles hacia Tel Aviv, Haifa, Jerusalén, Galilea, Negev y Be'er Sheva, impactando varios misiles en el hospital Soroka en Be'er Sheva, cayendo dos cerca de Tel Aviv y otro en Negev.
Sonaron las alarmas en amplias zonas, mientras que el ejército israelí anunció que está trabajando en interceptar los misiles provenientes de Irán.
Israel había emitido una advertencia a los civiles iraníes de no acercarse a la planta de Arak, incluyendo una imagen de satélite que señala el sitio objetivo.
La planta de Arak es una preocupación internacional debido al uso de agua pesada que puede producir plutonio, abriendo una vía paralela para la producción de armas nucleares, además del enriquecimiento de uranio.
Según el acuerdo nuclear de 2015, Irán aceptó modificar el diseño de la planta para reducir las preocupaciones, pero activó el segundo circuito en 2019, sin constituir una violación directa del acuerdo.
Los ataques israelíes alcanzaron más de 20 objetivos en Teherán en las últimas horas, incluyendo instalaciones de desarrollo de armas nucleares y misiles, llevados a cabo por 60 aviones de combate según el ejército israelí.
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump se prepara para celebrar una tercera reunión en la "Sala de Situación" para recibir un nuevo informe de inteligencia sobre las opciones disponibles, ante la posibilidad de un ataque estadounidense a Irán en los próximos días.
Desde el 13 de junio, Israel ha llevado a cabo una intensa campaña militar que incluyó objetivos militares, plataformas de misiles e instalaciones nucleares dentro de Irán, asesinando a decenas de líderes militares y al menos 10 científicos nucleares.
Irán respondió lanzando alrededor de 400 misiles balísticos y más de mil drones, impactando 20 áreas civiles en Israel, según una fuente militar israelí.
En el primer enfrentamiento directo de esta magnitud entre ambos países, el líder iraní Ali Khamenei declaró que su país no inició la guerra y no se rendirá, calificando las declaraciones de Trump como una rendición incondicional y ridícula.
El mundo espera con ansias los acontecimientos de las próximas horas, ante el temor de una explosión regional generalizada.