El miembro del Consejo Presidencial y comandante de las fuerzas de resistencia nacional yemení, Tareq Mohammed Abdullah Saleh, anunció la frustración de un gran contrabando de armas iraníes que se dirigía hacia los hutíes, descrito como el más grande de su tipo hasta la fecha.
La operación se llevó a cabo por mar, donde sus fuerzas lograron incautar un cargamento de aproximadamente 750 toneladas de armas, municiones y equipos militares avanzados.
Saleh explicó en una publicación en la plataforma "Ex" que el cargamento incluía sistemas de misiles marítimos y aéreos, sistema de defensa aérea, drones, dispositivos de escucha avanzados, misiles antitanque, cañones "B-10", rifles de francotirador, lentes térmicas, radares modernos, además de cientos de motores de drones y sistemas de guía y comunicaciones.
El éxito de la operación fue resultado de una vigilancia de inteligencia precisa realizada por la unidad de inteligencia de la resistencia nacional, según Saleh, quien señaló que los medios militares pronto revelarán más detalles sobre esta operación, que consideró una de las mayores operaciones de contrabando de armas de Irán a los hutíes.
Por su parte, el Comando Central de Estados Unidos elogió los esfuerzos de las fuerzas yemeníes para combatir el contrabando de armas, confirmando que la operación refleja el compromiso del gobierno yemení legítimo con las resoluciones del Consejo de Seguridad, y la protección de la seguridad en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
El general Michael K. Nagata, comandante del Comando Central, declaró que esta confiscación demuestra que Irán sigue siendo el principal actor en la perturbación de la estabilidad en la región, enfatizando la importancia de cortar el suministro iraní a los hutíes para garantizar la seguridad de la navegación y la estabilidad regional.
Además, se reveló que las investigaciones mostraron la presencia de manuales en persa dentro del cargamento, y que las inspecciones confirmaron que muchos de los componentes y armas fueron fabricados en empresas afiliadas al Ministerio de Defensa iraní, sujetas a sanciones estadounidenses.
El Comando Central afirmó que este cargamento ilegal representaba una amenaza directa para la navegación internacional y la estabilidad regional, elogiando la coordinación yemení-estadounidense en el rastreo e interceptación de armas iraníes dirigidas a los hutíes.