En un paso que destaca un cambio en las prioridades estratégicas de Irak, el Primer Ministro Mohammed Shiaa al-Sudani enfatizó que la dirección de su gobierno hacia la reorganización de la relación con la coalición internacional no significa de ninguna manera una ruptura con la comunidad internacional, sino que tiene como objetivo fortalecer la soberanía nacional y organizar la cooperación de acuerdo con la realidad actual del país, que es fundamentalmente diferente a la de 2014, durante el aumento de la amenaza del grupo ISIS.
Al-Sudani afirmó en declaraciones oficiales que el gobierno asume una responsabilidad nacional que consiste en proteger los intereses del pueblo iraquí y evitar deslizarse en cualquier conflicto externo, señalando que lograr el desarrollo depende de consolidar la seguridad y la estabilidad, lo que requiere, según sus palabras, adoptar la soberanía de la ley, restringir las armas en manos del estado, respetar las instituciones constitucionales y mantener una decisión nacional independiente, además de continuar los esfuerzos para combatir la corrupción.
Consideró que estos principios constituyen la verdadera garantía para el futuro de Irak.
En este mismo contexto, el asesor del Primer Ministro, Hussein Alawi, reveló que el proceso de finalizar las misiones de las fuerzas estadounidenses en Irak avanza de acuerdo con el acuerdo conjunto entre Bagdad y Washington, negando la existencia de temores sobre el regreso del grupo ISIS, y afirmando al mismo tiempo que las fuerzas iraquíes están completamente preparadas y continúan persiguiendo los pocos remanentes del grupo.
Alawi explicó que el proceso de finalizar la presencia militar estadounidense debería haberse completado desde 2017, pero las complicaciones de la situación política en los gobiernos anteriores lo impidieron, hasta que se llegó a un acuerdo decisivo durante el gobierno de Al-Sudani.
Agregó que las relaciones de defensa y seguridad entre Irak y los países de la coalición internacional, incluida Estados Unidos, siguen siendo continuas y avanzadas en todos los niveles.
De acuerdo con el acuerdo alcanzado entre las partes iraquí y estadounidense en 2024, se espera que Estados Unidos mantenga algunas de sus fuerzas en la región del Kurdistán durante un año adicional, en el marco de la cooperación de seguridad y entrenamiento, con la confirmación de respeto a la soberanía iraquí.
Cabe recordar que el número de tropas estadounidenses restantes en Irak es de aproximadamente 2500 soldados, que se concentran en una misión de entrenamiento, asesoramiento y apoyo a las fuerzas iraquíes, después de que se redujeran sus números tras el anuncio de la derrota del grupo ISIS en 2017.
El mapa de ruta acordado indica que la primera fase de la retirada de las tropas estadounidenses finalizará en septiembre de 2025, y la segunda y última fase se completará en 2026.
Este movimiento se produce en medio de presiones internas ejercidas por algunos grupos armados y partidos políticos cercanos a Irán, que han pedido durante mucho tiempo el fin de la presencia militar estadounidense en el país, lo que llevó al gobierno iraquí a entrar en una serie de reuniones con la parte estadounidense durante el año pasado para establecer un mecanismo claro y un cronograma para finalizar la misión de la coalición internacional de manera organizada y acordada.
Con este nuevo enfoque, parece que Irak busca reconfigurar sus relaciones internacionales de manera que logre un equilibrio entre la asociación de seguridad y el respeto a la soberanía, sin comprometer los logros de la cooperación internacional en el ámbito de la lucha contra el terrorismo y la construcción de capacidades defensivas.