¿Qué es el "eje Morag" que amenaza el alto el fuego en Gaza?

Mientras continúan las negociaciones de alto el fuego entre Israel y el movimiento Hamas en Doha, ha surgido un punto de discordia clave que amenaza con hacer colapsar el acuerdo esperado: la insistencia de Israel en mantener presencia militar en lo que se conoce como el "eje Morag" al sur de la Franja de Gaza.

Según fuentes informadas, Israel ha expresado su intención de mantener sus fuerzas en este corredor de seguridad recién establecido, que se extiende de este a oeste entre Rafah y Jan Yunis, durante el período de alto el fuego propuesto que podría durar 60 días.

Este paso, según declaraciones de un funcionario israelí que prefirió mantenerse en el anonimato, es un requisito fundamental por parte de Tel Aviv, pero ha sido rechazado rotundamente por Hamas, que exige una retirada total israelí del territorio como parte de cualquier acuerdo permanente.

Este corredor militar es parte de un plan israelí más amplio conocido en los medios como "Filadelfia 2", que tiene como objetivo volver a dibujar el mapa de seguridad del sur de Gaza.

La creación de este eje en abril de 2025 separó Rafah de Jan Yunis en el terreno, dificultando la comunicación logística y militar entre las áreas del territorio, y otorgando a Israel una ventaja táctica en la vigilancia y persecución de los combatientes, además de obstaculizar el flujo de ayuda humanitaria.

Los observadores ven en "Morag" más que un simple corredor militar, sino como una herramienta para remodelar la geografía y la política en Gaza.

Recibe su nombre de un antiguo asentamiento israelí en la misma región, y se dice que Netanyahu fue quien propuso revivirlo como un corredor permanente que se extiende entre Rafah y Jan Yunis.

Israel considera que mantener una presencia militar en el eje Morag es necesario para mantener la presión sobre Hamas y garantizar la seguridad de sus fuerzas y operaciones en el sur del territorio.

Además, se alinea con los planes promovidos por el gobierno israelí para establecer lo que llama una "ciudad humanitaria" en el sur, en una zona estrecha en la frontera con Egipto, temiendo que se convierta en un lugar para un traslado masivo indirecto de palestinos.

Por su parte, el movimiento Hamas rechaza de manera categórica cualquier presencia militar israelí dentro de Gaza después de llegar a un acuerdo, considerando el eje Morag como un símbolo de la ocupación y una fuente de socavamiento de la soberanía palestina.

Insiste en la necesidad de una retirada completa y un alto el fuego permanente a cambio de la liberación de los rehenes.

Mientras continúan las negociaciones en Doha, el asunto del eje Morag parece ser uno de los principales obstáculos que podrían determinar el destino del acuerdo en su totalidad, a menos que se ejerzan presiones internacionales _encabezadas por Estados Unidos_ para encontrar un compromiso que satisfaga a ambas partes.