En un cambio sorprendente después de decisiones de suspender los envíos de armas a Kiev, el presidente estadounidense Donald Trump anunció el lunes 7 de julio que Estados Unidos enviará más armas defensivas a Ucrania.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, dijo: "Debemos enviar más armas, armas defensivas en primer lugar", agregando que todavía está molesto con su homólogo ruso Vladimir Putin, quien se niega a comprometerse con el camino de la paz.
Al recibir al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Trump señaló que "los ucranianos están sufriendo ataques muy fuertes", describiendo los continuos ataques rusos.
Estas declaraciones se producen en medio de la complejidad de la situación entre Moscú y Washington, y ante la creciente presión sobre la administración estadounidense para tomar una postura más clara sobre la guerra en Ucrania.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, Moscú ha mantenido sus demandas, que incluyen la retirada parcial de Kiev de cuatro áreas bajo control parcial del ejército ruso, además de la península de Crimea anexada por Rusia en 2014, y renunciar a la idea de unirse a la OTAN, condiciones que Ucrania rechaza categóricamente.
El presidente ruso Vladimir Putin ha afirmado en repetidas ocasiones a Trump que Moscú "no renunciará a sus objetivos", en una clara indicación de su continuación con su plan militar a pesar de las presiones estadounidenses e internacionales.
A pesar de esta postura rusa inflexible, Trump no ha dejado de intentar influir en él para poner fin a la guerra.
La semana pasada, la administración de Trump anunció la suspensión de algunos envíos de armas a Kiev, incluidos los misiles Patriot defensivos, lo que generó un amplio debate sobre el compromiso de Washington con el apoyo militar a Ucrania.
La administración anterior liderada por Joe Biden había proporcionado más de 65 mil millones de dólares en ayuda militar a Ucrania desde el inicio de la invasión.
A pesar de la continua duda de Trump sobre la eficacia de proporcionar ayuda y de no anunciar ningún paquete nuevo desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado, el aumento de los acontecimientos lo llevó a anunciar el envío de nuevas armas, enfatizando el carácter defensivo de este apoyo.