La Casa Blanca anunció que el presidente estadounidense Donald Trump tiene la intención de visitar Arabia Saudita, con la posibilidad de dirigirse posteriormente a otros países como parte de su gira internacional.
Esta visita esperada está programada para el próximo mes de mayo, como parte de importantes movimientos diplomáticos destinados a fortalecer las relaciones con los socios en la región del Golfo, y a redefinir la cooperación política y económica en el Medio Oriente.
Trump expresó en una entrevista exclusiva con los canales "Al Arabiya" y "Al Hadath" su deseo de reunirse con el príncipe heredero saudí, el príncipe Mohammed bin Salman, primer ministro, confirmando su intención de trabajar con el liderazgo saudí para restablecer la paz en la región, en medio de las tensiones en la arena regional.
Anteriormente, un funcionario de la Casa Blanca explicó que las conversaciones esperadas en Riad se centrarán en asuntos vitales que incluyen inversiones extranjeras, la expansión de la asociación estratégica, además de los esfuerzos para poner fin a los conflictos en el Medio Oriente, lo que sitúa esta visita en el centro de la atención internacional debido a la magnitud de los temas sobre la mesa.
Es notable que la primera llamada telefónica que Trump realizó después de asumir la presidencia fue con el príncipe heredero saudí, un gesto que los círculos estadounidenses consideraron como una clara señal de la posición de Arabia Saudita como un socio estratégico cercano de Estados Unidos desde hace más de ocho décadas.
Ambas partes discutieron en esa llamada formas de fortalecer la cooperación bilateral en los ámbitos político y de seguridad, especialmente en el tema de la lucha contra el terrorismo, junto con la importancia de trabajar juntos para lograr la estabilidad en la región.
Por su parte, Arabia Saudita expresó su disposición a ampliar sus horizontes de inversión en los Estados Unidos durante los próximos cuatro años, con una cantidad estimada de 600 mil millones de dólares, donde el príncipe heredero expresó su optimismo de que las reformas económicas esperadas en la era de Trump podrían abrir nuevas perspectivas de prosperidad que Riad podría aprovechar dentro de sus ambiciosos planes de desarrollo.