Las Naciones Unidas advierten sobre una crisis humanitaria en aumento en el sur de Siria después de que 176,000 personas se desplazaran

Las Naciones Unidas informaron que alrededor de 176,000 personas se han desplazado de las áreas del sur de Siria debido al agudo deterioro de las condiciones de seguridad y de vida, expresando su preocupación por el creciente aumento de las necesidades humanitarias. Esto se dijo en declaraciones hechas por Gonzalo Vargas Llosa, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Siria, a través de la plataforma "AX" el viernes por la noche.
Vargas Llosa explicó que los equipos de la agencia, en colaboración con otras agencias de la ONU, han evaluado la difícil situación humanitaria en la región, confirmando que "las condiciones allí son extremadamente malas, y muchas personas han tenido que caminar largas distancias para llegar a áreas más seguras, dependiendo completamente de la ayuda humanitaria".
Como parte de los esfuerzos para hacer frente a la crisis, la agencia ha intensificado su apoyo humanitario mediante la distribución de suministros de ayuda de emergencia a miles de desplazados, proporcionando asistencia básica a 3,570 personas, así como enviando 2,500 kits de emergencia a las áreas de Daraa y las afueras de Damasco, además de otros 2,000 kits que llegaron a la provincia de Suwayda.
La agencia también ofrece servicios de protección básica que incluyen apoyo psicológico y cuidado infantil a través de sus centros comunitarios dispersos en las áreas afectadas. Vargas Llosa señaló que la agencia ha mantenido su presencia en el terreno en Suwayda en los últimos días, enfatizando que "garantizar un acceso seguro para los trabajadores humanitarios es de vital importancia para salvar vidas".
Las raíces de la crisis se remontan al 13 de julio de 2025, cuando estallaron enfrentamientos entre milicianos locales y grupos beduinos en Suwayda, que rápidamente se convirtieron en violentos enfrentamientos en los que participaron las fuerzas gubernamentales y los milicianos tribales.
Los enfrentamientos han resultado en amplias violaciones que incluyen ejecuciones sumarias, quema de viviendas y saqueo de propiedades, lo que ha provocado una gran ola de desplazamientos entre civiles.
Según la Red Siria de Derechos Humanos, hasta ahora ha habido 814 muertes, incluidas 34 mujeres, una de las cuales murió de un ataque al corazón después de escuchar la noticia de la muerte de su nieto, además de 20 niños y 6 trabajadores médicos, incluidas 3 mujeres, y 2 trabajadores de los medios de comunicación. Además, más de 903 personas han resultado heridas de diversa gravedad.
Estas cifras se basan en datos preliminares verificados parcialmente, con la expectativa de que la cifra aumente a medida que continúe la violencia y empeoren las condiciones humanitarias en la región.