El camino hacia un acuerdo nuclear iraní: entre la diplomacia y la escalada

La propuesta iraní contiene varios elementos clave, que son la aceptación de una estricta supervisión internacional sobre las actividades nucleares, la imposición de restricciones sobre los niveles de enriquecimiento de uranio y la reafirmación de la naturaleza "duradera" del acuerdo deseado.
A cambio, Teherán exige el levantamiento completo de las sanciones, lo que refleja un intento de salir de la aislamiento económico que sufre debido a las sanciones estadounidenses y europeas.
Araghchi advirtió que "el fracaso en aprovechar esta oportunidad podría tener consecuencias devastadoras para la región y más allá", en referencia a la posibilidad de una escalada que podría no limitarse al ámbito nuclear. Esta advertencia llega en un momento en que la troika europea (Francia, Alemania y Reino Unido) informó al Consejo de Seguridad sobre la activación del mecanismo "snapback" que podría restablecer las sanciones internacionales si Teherán no responde a demandas específicas.
Las demandas europeas incluyen permitir que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica regresen a tres instalaciones nucleares y proporcionar información precisa sobre aproximadamente 400 kg de uranio enriquecido al 60%, así como participar en negociaciones directas con Washington y las complejidades de la situación actual.
La posición actual muestra varias complicaciones, siendo la más importante la insistencia de Teherán en negociar sobre "nuevas bases" que difieren del acuerdo de 2015 y la continuación de la comunicación a través de intermediarios en ausencia de negociaciones directas, junto con acusaciones iraníes a Europa de ejecutar "órdenes estadounidenses".
Si el camino diplomático falla, los escenarios previstos incluyen una escalada mutua en la región y un acercamiento entre Irán, Rusia y China frente a las presiones occidentales, así como efectos en los mercados energéticos globales.
La opción diplomática parece ser la mejor para todos, pero requiere tiempo y flexibilidad de todas las partes. El éxito en este camino podría abrir una nueva página en las relaciones internacionales, mientras que el fracaso podría llevar a la región a una nueva etapa de inestabilidad.