La presidenta del Banco Central Europeo advierte sobre el aumento de las tensiones comerciales.

En un discurso pronunciado durante una rara visita a Pekín, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, advirtió que las políticas comerciales coercitivas han fracasado en abordar los desequilibrios financieros, enfatizando que el riesgo de daños económicos mutuos es tan grande que requiere que todas las partes revisen sus políticas y realicen los ajustes necesarios.
Esto se produce después de las medidas estadounidenses anunciadas en abril, que incluyeron la imposición de aranceles generalizados, lo que ha perturbado el comercio mundial, mientras los gobiernos siguen negociando con la administración de Trump para mitigar las repercusiones de ese paso.
Lagarde afirmó, en su discurso en el Banco Popular de China, que "todos los países deben asumir la responsabilidad y revisar las políticas que han llevado a un exceso de oferta o demanda", advirtiendo que "las barreras comerciales y las posibles represalias socavarán la prosperidad mundial".
Lagarde señaló un "fuerte aumento en el uso de políticas industriales destinadas a fortalecer las capacidades de producción locales", destacando que "las intervenciones relacionadas con el apoyo que distorsionan el comercio mundial se han triplicado a nivel mundial desde 2014".
Mientras China ha dependido durante décadas de un sistema de apoyo, especialmente en sectores exportadores, lo que ha generado críticas de que esto otorga a sus empresas una ventaja injusta, Lagarde señaló que estas prácticas no son exclusivas de China, sino que también afectan a otros países, especialmente a los mercados emergentes.
La presidenta del Banco Central Europeo resaltó el papel estadounidense en el empeoramiento de los desequilibrios, señalando que "la participación de Estados Unidos en la demanda mundial ha aumentado significativamente en los últimos años, reflejando en parte el gasto excesivo en el sector público".
Lagarde consideró que la solución óptima radica en "respetar las reglas mundiales de manera más comprometida", junto con la firma de acuerdos bilaterales o regionales basados en beneficios mutuos, como un medio para contener las tensiones comerciales y restaurar la estabilidad económica mundial.