El gobierno libanés anunció el jueves 27 de marzo el nombramiento de Karim Saïd como nuevo gobernador del Banco de Líbano, después de que el Consejo de Ministros votara en un paso crucial en un momento delicado para la economía libanesa.
Saïd, que tiene una sólida formación en el sector bancario y políticas financieras, es una de las figuras económicas más destacadas en Líbano. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard y su nombre ha estado asociado con varias iniciativas económicas destacadas, como el "Plan Harvard" lanzado para resolver la crisis económica en Líbano, una iniciativa respaldada por la financiación de Growthgate Capital, donde Saïd se desempeña como cofundador y socio gerente.
La empresa goza de una sólida reputación en la gestión de activos alternativos y tiene importantes inversiones en empresas privadas en el Golfo, Oriente Medio y el norte de África.
Además de su experiencia en inversión, Saïd tiene una exitosa carrera en leyes bancarias, siendo miembro del Colegio de Abogados de Nueva York desde 1989.
Ha ocupado varios cargos de liderazgo, incluido el de Director General de Servicios Bancarios de Inversión en HSBC Middle East Bank entre 2000 y 2006, donde lideró importantes privatizaciones.
También fundó y se convirtió en socio gerente de Growthgate Equity Partners en los Emiratos Árabes Unidos, una empresa especializada en la gestión de activos alternativos. Además, fue miembro del consejo de administración del Banco de los Emiratos y Líbano.
Gracias a esta variada experiencia, Saïd contribuyó a la formulación de leyes de privatización en Líbano, trabajando junto con legisladores y ministerios gubernamentales para desarrollar leyes que apoyen a los inversores y protejan el interés público.
También desempeñó un papel importante en la estructuración de emisiones de valores para entidades privatizadas, en colaboración con los ministerios de finanzas y bancos centrales en los países del Golfo y Jordania.
Con su nombramiento en este cargo importante, se espera que Saïd desempeñe un papel central en los desafíos económicos que enfrenta Líbano, aprovechando su profunda experiencia en los sectores público y privado.