El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó que Rusia considera inaceptable la presencia de fuerzas militares extranjeras en territorio ucraniano, especialmente cerca de sus fronteras.
Estas declaraciones se produjeron en respuesta a una pregunta de la agencia rusa TASS el viernes pasado, donde Peskov enfatizó que este asunto es de 'suma importancia para Moscú', agregando que su país ha dejado claro su posición al respecto, pero que sus señales no han sido comprendidas adecuadamente por Occidente, según sus palabras.
Las declaraciones del Kremlin fueron una respuesta directa a lo expresado por el presidente francés Emmanuel Macron, quien reveló la disposición de su país, en colaboración con Gran Bretaña, de enviar una fuerza militar conjunta a Ucrania tan pronto como se llegue a un alto el fuego.
Macron, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro británico Keir Starmer en Londres, anunció que esta fuerza comenzaría sus operaciones una vez se alcance un acuerdo de cese al fuego, dentro de lo que describió como 'la alianza de los dispuestos' para apoyar a Ucrania.
Macron explicó que la posible fuerza estaría compuesta por unidades francesas y británicas, con un estimado de alrededor de 50,000 soldados.
Señaló que se está trabajando en expandir la fuerza de un batallón a un cuerpo militar, para que pueda participar en un conflicto de gran escala cuando sea necesario, y también se permitirá la participación de otros socios europeos dentro del marco de la OTAN.
En el mismo contexto, el primer ministro británico Keir Starmer afirmó que la sede de la 'alianza de los dispuestos' está actualmente abierta y opera desde la capital francesa, París, añadiendo que las estructuras de liderazgo y organizativas de la alianza aún están en proceso de preparación y completitud.
Ante estos acontecimientos, el Kremlin expresó su decepción por la continuación de los esfuerzos occidentales para fortalecer la presencia militar en Ucrania, considerando que esto aumenta la tensión, socava las oportunidades de una solución política y amenaza directamente la seguridad nacional rusa, especialmente si estas fuerzas están desplegadas cerca de las fronteras rusas.