La Agencia Atómica insta a Irán a fortalecer la cooperación tras el anuncio de un alto el fuego
Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, ha solicitado una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hashem Abás Araghchi, afirmando que la reanudación de la cooperación entre Teherán y la Agencia podría allanar el camino para una solución diplomática a las disputas sobre el programa nuclear iraní.
Esto fue publicado por Grossi en la plataforma "X", donde señaló que "la reanudación de la cooperación de Irán con nosotros es clave para un acuerdo exitoso", según informó la agencia Reuters.
Por su parte, el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Islami, reveló que su país ha tomado "preparativos previos" para restablecer y reparar el funcionamiento del sector nuclear, declarando en una entrevista en la televisión estatal: "Hemos tomado las medidas necesarias previamente, ahora estamos evaluando el alcance de los daños, y la preparación para rehabilitar (las instalaciones nucleares) ha sido parte de nuestro plan, nuestro objetivo es evitar cualquier interrupción en las operaciones de producción o mantenimiento".
A pesar de no haberse revelado oficialmente el alcance de los daños sufridos por las instalaciones de Isfahán, Natanz y Fordow, expertos han señalado que las imágenes de satélite han revelado posibles daños en el sitio de Fordow, incluidas las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio.
En un contexto relacionado, expertos han advertido que Irán podría haber trasladado reservas de uranio altamente enriquecido (al 60%), cercano al grado de fabricación de armas, de Fordow a ubicaciones secretas desconocidas para Estados Unidos, Israel e inspectores internacionales.
Además, imágenes captadas por la empresa "Maxar Technologies" con satélites han mostrado una actividad inusual en Fordow los pasados jueves y viernes, con decenas de vehículos estacionados frente a la entrada de la instalación.
Una fuente iraní de alto rango confirmó el pasado domingo que "la mayoría del uranio altamente enriquecido fue trasladado a otro lugar antes del ataque estadounidense", planteando interrogantes sobre el destino de estos materiales sensibles y la capacidad de la Agencia Atómica para rastrearlos.
