El aeropuerto de Sana'a está fuera de servicio después de devastadores ataques aéreos israelíes.

En una nueva escalada militar, el aeropuerto internacional de Saná, bajo control de los hutíes, fue objeto de intensos bombardeos israelíes que han llevado a la suspensión de todos los vuelos desde y hacia el aeropuerto hasta nuevo aviso. El director general del aeropuerto, Khalid al-Shayef, informó que el ataque causó "daños devastadores" valuados en alrededor de 500 millones de dólares, incluyendo la destrucción de tres aviones de Yemenia y daños significativos en la infraestructura, lo que hace que la reanudación de las operaciones sea un objetivo a largo plazo. El ataque israelí, el segundo en dos días, se produjo tras el aumento de la tensión luego de que un misil hutí cayera cerca del aeropuerto de Ben Gurion en Tel Aviv, a lo que Israel respondió bombardeando el puerto de Al Hudaydah y luego el aeropuerto de Saná, considerando el aeropuerto como un "centro principal de transporte de armas y elementos hutíes". Este bombardeo marca un nuevo desarrollo en la guerra que ha estado en curso desde el inicio del conflicto en Gaza. Por su parte, Washington anunció que los ataques estadounidenses contra los hutíes se detendrán, tras una exitosa mediación liderada por Omán que resultó en un acuerdo para no atacar las rutas de navegación vitales en el Mar Rojo. Este desarrollo podría allanar el camino para reducir la escalada, pero no elimina la intensa tensión que prevalece en la región, con las continuas amenazas de los hutíes de atacar intereses israelíes e internacionales.