La seguridad pública arresta a uno de los sospechosos de crímenes de guerra en Deir ez-Zor.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, "Ali" tiene un historial negro de violaciones contra civiles sirios, siendo acusado de participar en la masacre de Houla, que resultó en la muerte de 109 civiles, además de liderar operaciones de secuestro y extorsión de civiles, especialmente mujeres, exigiendo grandes sumas de dinero como rescate a cambio de liberar a los secuestrados, además de ser acusado de estar involucrado en actos de tortura y asesinato de activistas y rebeldes durante la revolución siria.