Las compañías telefónicas venden almacenamiento ficticio: ¿por qué pagar más por menos espacio?
May 8, 202583 VisitasTiempo de lectura: 3 minutos
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En la tranquila ciudad de Varsovia, un usuario de iPhone 15 Pro, comprado por 1000 dólares con 128 GB de almacenamiento, recibió un mensaje familiar que decía "Se ha agotado el espacio de almacenamiento". Este teléfono, que se suponía que garantizaba tranquilidad y libertad de uso al usuario, se encontraba entre los dispositivos líderes del mercado, pero no pudo escapar de este problema común. La verdadera sorpresa fue descubrir que hay teléfonos de costo medio que ofrecen mayores capacidades de almacenamiento, como el CMF Phone 2 Pro por 280 dólares con el doble de almacenamiento, o el Motorola Edge 60 que ofrece 512 GB por solo 400 dólares, lo que plantea interrogantes sobre la gran disparidad de precios en relación con las especificaciones. Al profundizar en los números, se descubre que la diferencia en el costo de fabricación entre 128 y 512 GB no supera los 10 dólares, mientras que las empresas solicitan a los usuarios pagar 250 dólares adicionales por una actualización de almacenamiento. Esto revela una política de precios cuidadosamente diseñada para aumentar las ganancias a expensas de los consumidores, lo que plantea la pregunta: ¿Por qué estas empresas no ofrecen mayores capacidades de almacenamiento en teléfonos de costo medio? La respuesta es simple: la cámara. Las grandes empresas saben que la cámara es la característica principal por la que los usuarios pagan un alto precio en los teléfonos líderes. Por lo tanto, reservan las cámaras avanzadas y lentes de zoom exclusivamente para los teléfonos más caros, privando a los teléfonos más baratos de estas características, a pesar de que el costo de estos componentes no es alto. Pero el problema no se limita solo a la cámara o al almacenamiento, sino a un modelo de negocio basado en la "escasez artificial". Si deseas una excelente cámara, debes comprar un teléfono líder, y si deseas una capacidad de almacenamiento suficiente, debes pagar más. Al final, el usuario paga más de lo debido, no debido al aumento de los costos tecnológicos, sino porque las empresas acuerdan implícitamente maximizar sus ganancias controlando las especificaciones. La solución óptima para el consumidor parece simple pero no es fácil: compra el teléfono que se ajuste a tus necesidades reales, paga una vez por la capacidad de almacenamiento adecuada, y consérvalo durante el mayor tiempo posible sin necesidad de actualizaciones o pagos adicionales que no se correspondan con los beneficios reales que recibe el usuario.