El viernes 27 de junio de 2025, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció la entrada en vigor de sanciones económicas contra Sudán, luego de acusaciones directas al ejército sudanés por el uso de armas químicas en el conflicto con las 'Fuerzas de Apoyo Rápido'.
Esta decisión se basa en pruebas fiables y concluyentes que confirman el uso por parte del gobierno de Sudán de armas químicas y biológicas letales, en flagrante violación del derecho internacional y los derechos humanos.
Las sanciones impuestas en virtud de la Ley de Control de Armas Químicas y Biológicas incluyen la congelación de la ayuda estadounidense a Sudán, con excepción de la ayuda humanitaria de emergencia, así como la suspensión de toda forma de financiamiento y venta de servicios de defensa estadounidenses, además de la prohibición de exportar bienes y tecnologías relacionadas con la seguridad nacional a Sudán.
Además, las sanciones impiden que Sudán reciba cualquier ayuda financiera de entidades estadounidenses, incluido el Banco de Exportación e Importación de EE. UU.
A pesar de que las sanciones excluyen la ayuda humanitaria de emergencia y las exportaciones de aerolíneas civiles y empresas estadounidenses operando en Sudán, seguirán vigentes durante un año completo o hasta nuevo aviso.
El mes pasado, el Departamento de Estado de EE. UU., a través de la portavoz Tammy Bruce, informó al Congreso sobre los resultados de las investigaciones que demostraron el uso de estas armas durante el año 2024, antes de la imposición de las sanciones.
Por su parte, el gobierno sudanés o el liderazgo militar aún no han emitido ningún comentario oficial sobre las sanciones, pero Sudán las rechazó enérgicamente cuando se anunciaron el mes pasado.
El Ministerio de Información sudanés calificó las acusaciones estadounidenses como 'infundadas y chantaje político' sin fundamento, afirmando que las intervenciones estadounidenses carecen de bases éticas y legales, dañan la credibilidad de Washington y reducen su influencia en Sudán.
En medio de estos acontecimientos, la crisis en Sudán sigue atrayendo la atención de la comunidad internacional, con la ONU condenando la 'indiferencia y la impunidad' en el país, en medio de la continua lucha y conflicto por la tierra.