La aviación de la ocupación israelí llevó a cabo una serie de ataques aéreos intensos en varias áreas de la capital Damasco y sus alrededores, lo que resultó en la muerte de decenas de víctimas entre mártires y heridos, además de causar una amplia destrucción de propiedades públicas y privadas.
La oficina de prensa del Ministerio de Salud de Siria confirmó que los ataques israelíes resultaron en la muerte de tres personas y en heridas a otras 34, quienes fueron trasladadas a hospitales para recibir tratamiento, mientras los equipos médicos y de defensa civil trabajan en el rescate de los atrapados y en la remoción de escombros en las áreas afectadas.
Los ataques aéreos se centraron en los alrededores de la capital Damasco y se extendieron a áreas en sus alrededores, incluyendo las afueras de la ciudad de Qudsaya, donde se escucharon explosiones en varias partes de la ciudad, generando pánico entre los residentes.
Estos ataques forman parte de una política premeditada seguida por la entidad de la ocupación israelí para socavar la estabilidad, sabotear los esfuerzos de paz en la región y crear un estado de caos y tensión dentro de los territorios sirios, según informaron fuentes oficiales.
El ataque fue recibido con una ola de condenas tanto dentro como fuera de Siria, donde las autoridades oficiales consideraron que esta agresión brutal constituye una flagrante violación de la soberanía siria y las leyes internacionales, amenazando con encender una crisis más amplia en la región.
Cabe destacar que estos ataques no son los primeros de su tipo, pero son los más extensos en cuanto a alcance geográfico y en términos de pérdidas humanas y materiales, y llegan en un momento crítico en el que los esfuerzos internacionales se intensifican para restaurar la seguridad y la estabilidad en Siria.