En un notable desarrollo que vuelve a poner en primer plano uno de los asuntos de inteligencia más destacados en la historia del conflicto árabe-israelí, la oficina del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anunció la recuperación por parte de Israel de más de 2500 documentos, imágenes y pertenencias personales pertenecientes al famoso espía Eli Cohen, en una operación secreta llevada a cabo dentro de Siria.
Entre los materiales recuperados se encontraba un archivo sirio oficial que guardaba detalles importantes relacionados con su misión, que duró cuatro años antes de ser descubierto y ejecutado públicamente en la Plaza Marjeh de Damasco el 18 de mayo de 1965.
Entre los documentos recuperados se encontraba un testamento escrito por Cohen horas antes de su ejecución, en el que dedicaba emotivas palabras a su esposa Nadia, instándola a cuidar de la familia, pensar en el futuro y no aferrarse al pasado, incluso dándole la libertad de volver a casarse para cuidar de sus hijos Sofía, Iris y Shaúl. Concluyó su mensaje con: "A todos ustedes, mis últimos besos".
El archivo también incluía grabaciones de audio, archivos de sus interrogatorios y de personas con las que interactuó en Siria, cartas a su familia, fotos de su misión, además de pertenencias personales como pasaportes falsos, fotos con altos funcionarios sirios, cuadernos con notas y diarios detallando las operaciones realizadas para el Mossad.
El jefe del Mossad, David Barnea, destacó la importancia de la operación, describiéndola como "un gran logro que encarna los más altos valores éticos, y un paso más hacia la ubicación de la tumba de Cohen en Damasco", un asunto que Israel ha estado intentando resolver durante décadas.
Este archivo fue presentado durante una reunión especial en la que Nadia Cohen se reunió con el primer ministro israelí y el director del Mossad, recibiendo parte de las pertenencias personales de su esposo, en un momento que recuerda la larga lucha de décadas de su viuda por conocer el destino de Cohen.
Esta operación se produce menos de dos semanas después de que Israel anunciara la recuperación de los restos de un soldado fallecido durante la invasión de Líbano en 1982, lo que indica una intensificación de las actividades de inteligencia israelí en Siria después de la caída del expresidente Bashar al-Assad en diciembre de 2024, como también revelaron declaraciones de un funcionario palestino sobre los intentos israelíes a través de intermediarios para localizar los restos de Cohen y otro soldado desaparecido.
En 2018, Israel recuperó el reloj de pulsera personal de Cohen en una operación secreta, y posteriormente surgieron informes sobre la mediación rusa para recuperar más de sus pertenencias, e incluso sus restos, sin resultados anunciados en ese momento.
Esta última operación vuelve a abrir uno de los archivos más sensibles y complejos en la historia del Mossad, mostrando la continua intensificación de los esfuerzos israelíes para descubrir el destino de uno de sus espías más famosos, que logró infiltrarse en altos niveles del liderazgo sirio antes de ser capturado y ejecutado, un episodio que ha permanecido en la memoria del Medio Oriente durante décadas.