El ejército israelí ha intensificado sus operaciones militares en el sur del Líbano, donde anunció esta mañana del domingo la realización de un ataque aéreo que tuvo como objetivo instalaciones pertenecientes a Hezbolá en las cercanías del castillo de Shuqif, alegando haber detectado "actividad militar" dentro de ellas.
En un comunicado oficial del ejército israelí se indicó que el ataque tenía como objetivo "infraestructura militar subterránea, donde se detectó actividad de elementos de Hezbolá", en la región situada al sur del país, que ha estado experimentando tensiones continuas durante meses.
En un desarrollo relacionado, aviones israelíes no tripulados lanzaron panfletos de advertencia en la localidad de Aita al-Chaab, en la provincia de Bent Jbeil, según informó la agencia nacional de noticias libanesa.
La agencia señaló que un ataque aéreo se llevó a cabo después de la medianoche de la noche pasada en una casa en la localidad, sin que se registraran heridos.
La agencia también reportó la caída de un cohete en la zona de "Camino de la Luna" en la localidad de Maifdoun, sin que explotara, confirmando que las autoridades pertinentes están siguiendo el incidente para tomar las medidas de seguridad adecuadas.
A pesar de la vigencia del acuerdo de alto el fuego desde el 27 de noviembre del año pasado, Israel continúa llevando a cabo ataques aéreos repetidos en áreas del sur y este del Líbano, además de ataques en el suburbio sur de la capital Beirut, que se considera un bastión principal de Hezbolá.
Las fuerzas israelíes aún mantienen una presencia militar en cinco puntos fronterizos dentro del territorio libanés, en una clara violación de las resoluciones internacionales.
El ejército israelí había anunciado, el jueves pasado, que había atacado infraestructura y plataformas de lanzamiento de cohetes pertenecientes a Hezbolá en múltiples áreas del sur, y el portavoz del ejército, Avichai Adraee, afirmó que esas instalaciones constituyen "una violación de los acuerdos existentes entre ambas partes".
Por su parte, el gobierno libanés ha confirmado que está tomando medidas serias para desarmar a Hezbolá, que ha ejercido su dominio en el sur durante décadas, mientras que el partido renovó su rechazo absoluto a cualquier intento de desarme, enfatizando su continuidad en la resistencia contra "la agresión israelí".
Este aumento de tensiones se produce en medio de crecientes preocupaciones en la frontera sur del Líbano, con temores de que la situación se deslice hacia un enfrentamiento más amplio si continúan las violaciones mutuas.