El ejército israelí anunció ayer sábado 19 de julio, el asesinato de un miembro de la fuerza Al-Ridwan, afiliada al partido Hezbolá, en un ataque aéreo contra la ciudad de Al-Khiyam, al sur del Líbano.
El portavoz del ejército, Avichay Adraee, en una publicación en la plataforma "X", confirmó que el miembro eliminado estaba involucrado en intentos de reconstruir infraestructuras del partido en la región.
Este anuncio se produce en medio de los continuos ataques aéreos israelíes en varias áreas del Líbano, especialmente en el sur, a pesar del acuerdo de alto el fuego que comenzó a implementarse en noviembre de 2024 después de un conflicto que duró más de un año entre Israel y Hezbolá.
Se destaca que los enfrentamientos abiertos entre las dos partes se intensificaron nuevamente desde septiembre pasado.
En un comunicado emitido por el ejército, Israel enfatizó que no retrocederá en sus esfuerzos para eliminar cualquier amenaza de Hezbolá y no permitirá que este grupo restaure sus capacidades militares después de las pérdidas sufridas durante la guerra anterior, en medio de amenazas de continuar los ataques a menos que las autoridades libanesas desarmen al grupo respaldado por Irán.
El acuerdo de alto el fuego incluye la retirada de Hezbolá de la zona al sur del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel, y el desmantelamiento de sus instalaciones militares allí, con el refuerzo del despliegue del ejército libanés y de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) para mantener la paz.
El acuerdo también incluyó la retirada de las fuerzas israelíes de algunas áreas a las que avanzaron durante la guerra, a pesar de que Israel permanece en cinco alturas estratégicas que Líbano exige que se retiren.
Esta reciente escalada pone de relieve la fragilidad del alto el fuego y la continua tensión en la región, con temores de un renovado estallido de grandes enfrentamientos.