Los misiles de Irán golpean Tel Aviv y Haifa en medio del fracaso de las defensas israelíes.

En una escalada sin precedentes, Irán lanzó esta mañana lunes un amplio ataque con misiles que apuntó a varias áreas en Israel, incluida la base aérea de Nevatim cerca de Tel Aviv, así como el puerto de Haifa, la fábrica de amoníaco y la central eléctrica de la ciudad, provocando incendios y explosiones masivas. La empresa británica de seguridad marítima "Ambrey" confirmó que los misiles balísticos iraníes causaron graves daños a la infraestructura del puerto de Haifa. Mientras que la emisora israelí informó de 3 muertos y más de 100 heridos, el ejército israelí señaló su fracaso en interceptar al menos 10 misiles en Tel Aviv y Haifa, advirtiendo a los residentes que no divulguen información sobre los lugares de los ataques por temor a que Irán la utilice para mejorar la precisión de sus futuros ataques. La ola de bombardeos se extendió desde Galilea en el norte hasta Eilat en el sur, con fuertes explosiones escuchadas en Jerusalén. La Guardia Revolucionaria iraní asumió la responsabilidad del ataque, explicando que se llevaron a cabo con métodos nuevos y avanzados que desactivaron los sistemas de defensa multicapa israelíes, según la agencia "Fars" que publicó videos del momento del lanzamiento de los misiles. Esta respuesta iraní llega después de una serie de ataques israelíes que han golpeado objetivos dentro de Irán en los últimos días, incluidas explosiones en la capital, asesinatos de líderes militares y científicos nucleares, y ataques a instalaciones petroleras y edificios gubernamentales. Por su parte, el Ministerio de Salud de Irán informó que los ataques israelíes han cobrado la vida de 224 personas, incluyendo una gran cantidad de civiles, y han herido a más de mil personas, según un portavoz del ministerio. Los temores de una escalada generalizada que pueda encender la región aumentan, en medio de enfrentamientos continuos y un intercambio de ataques que representan un desarrollo cualitativo en el conflicto israelí-iraní, en medio de una vigilancia internacional cautelosa y una creciente tensión a nivel regional e internacional.