El embajador de Irán ante las Naciones Unidas, Amir Saeed Eiravani, anunció que Teherán está dispuesto a transferir parte del uranio enriquecido a un tercer país, como parte de una propuesta para un acuerdo nuclear regional bajo supervisión internacional.
La red estadounidense CNN citó fuentes que revelaron conversaciones entre Irán y partes activas de Estados Unidos y Medio Oriente, a pesar de la continua ola de ataques militares entre Irán e Israel en las últimas dos semanas.
Fuentes estadounidenses revelaron que la administración del presidente Donald Trump ha propuesto detener completamente el enriquecimiento de uranio iraní, a cambio de incentivos que incluyen levantar sanciones y permitir a Teherán acceder a seis mil millones de dólares congelados en cuentas bancarias extranjeras.
Sin embargo, Irán negó su intención de reanudar las conversaciones nucleares con Washington después del fin de la guerra de 12 días con Israel, y calificó de exageradas las estimaciones estadounidenses sobre el impacto de los ataques militares.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, anunció que el parlamento iraní ha aprobado detener la cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica hasta que se garantice la seguridad de sus actividades nucleares, en una medida que requiere la aprobación del Consejo de Seguridad Nacional iraní para su implementación.
Araghchi declaró a través de la plataforma "Clubhouse" que esta decisión se tomó como resultado directo del papel desempeñado por el director de la agencia, Rafael Grossi, a quien acusó de facilitar la adopción de una decisión política contra Irán por parte del Consejo de Gobernadores de la agencia, además de los ataques ilegales lanzados por Israel y Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes.
Araghchi acusó a Grossi de no condenar explícitamente dichas violaciones, considerando que su insistencia en visitar los sitios bombardeados bajo el pretexto de garantías es "sin sentido y podría tener intenciones maliciosas".
El Consejo de Gobernadores de la agencia, que incluye 35 países, emitió un comunicado horas antes del estallido de la guerra entre Irán e Israel el 13 de junio, confirmando que Irán está violando sus compromisos relacionados con la no proliferación nuclear.
En un desarrollo en el terreno, el ejército estadounidense lanzó ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares iraníes, Fordo, Natanz y Arak, la madrugada del pasado domingo, utilizando más de 12 bombas penetrantes de 30,000 libras, además de 30 misiles Tomahawk.
El presidente estadounidense Donald Trump afirmó que estos ataques llevaron a "borrar el programa nuclear iraní", mientras que imágenes de satélite mostraron una actividad inusual en la instalación de Fordo, con una gran concentración de vehículos en la entrada.
Como parte de la intensificación de las medidas, el Consejo de Guardianes de la Constitución iraní aprobó un proyecto de ley que obliga al gobierno a suspender la cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica, profundizando la crisis existente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán enfatizó que su país se reserva el derecho de tomar cualquier medida para defender sus intereses y su soberanía, responsabilizando a la agencia y a su director por la situación actual.
Con el aumento de las tensiones, la crisis nuclear iraní parece estar al borde de una etapa más complicada, con una intensa vigilancia internacional sobre los acontecimientos y sus posibles efectos en la estabilidad regional y mundial.