En una declaración contundente, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, confirmó que su país no abandonará su programa de enriquecimiento de uranio, a pesar de los graves daños sufridos por el programa debido a los ataques militares israelíes y estadounidenses que apuntaron a sus instalaciones nucleares durante la última guerra.
En una entrevista con el canal "Fox News", Araghchi explicó que el programa nuclear se detuvo temporalmente debido a los "daños graves" sufridos por las instalaciones nucleares, pero enfatizó que el enriquecimiento representa un "logro para nuestros científicos" y una cuestión de "dignidad nacional" de la que no se puede prescindir.
El ministro iraní señaló que la evaluación de los daños aún está en curso a través de la Agencia de Energía Atómica, indicando que las instalaciones nucleares en Fordo, Isfahán y Natanz fueron objeto de duros ataques que resultaron en una suspensión temporal del programa, sin revelar la cantidad de material nuclear que se logró salvar.
A pesar de la escalada militar, Araghchi afirmó que Teherán está "abierto a conversaciones con Washington", aunque no de manera directa en este momento, después de cinco rondas de negociaciones mediadas por Omán que no lograron llegar a un acuerdo sobre el nivel de enriquecimiento permitido.
Esto ocurre en medio de acusaciones de Estados Unidos e Israel de que Irán estaba cerca de enriquecer uranio a niveles militares que permitirían la fabricación de armas nucleares, mientras que Teherán niega rotundamente estas acusaciones y afirma que su programa está destinado únicamente a fines civiles.
Cabe destacar que los ataques israelíes, que comenzaron el 13 de junio de 2025, duraron 12 días, y Estados Unidos se unió el 22 de junio bombardeando instalaciones vitales subterráneas, mientras que el presidente estadounidense Donald Trump afirmó que los ataques "destruyeron por completo" los tres sitios, amenazando con repetir los bombardeos si Irán reanuda su programa de enriquecimiento.
La Agencia Internacional de Energía Atómica señala que Irán es el único país no nuclear que enriquece uranio hasta un 60%, un porcentaje mucho mayor que el límite acordado en el acuerdo nuclear de 2015 (3.67%), pero menor que el 90% necesario para uso militar.
Las tensiones aumentan a medida que Irán continúa expandiendo su programa nuclear después de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018, en medio de temores occidentales e israelíes sobre la búsqueda de Teherán de poseer una bomba atómica, algo que Irán niega categóricamente.