"Human Rights Watch" advierte sobre el aumento de la crisis humanitaria en Sweida

La organización "Human Rights Watch" advirtió sobre el deterioro de la situación humanitaria en la provincia de Sweida, al sur de Siria, debido a la continuación de los enfrentamientos armados y las violaciones de los derechos humanos, instando a la necesidad de desplegar fuerzas de seguridad imparciales y profesionales para proteger a los civiles sin discriminación.
La organización explicó en un comunicado que los enfrentamientos entre facciones armadas y combatientes tribales, junto con los ataques aéreos israelíes y la intervención de las fuerzas gubernamentales sirias, han provocado la interrupción de servicios básicos como electricidad, agua y atención médica, además del aumento del discurso de odio sectario y la propagación de riesgos de represalias contra civiles drusos en otras áreas de Siria.
El comunicado citó a Adam Coogle, subdirector del departamento de Oriente Medio de la organización, quien dijo: "Mientras las comunidades locales en Sweida sufren desplazamientos y escasez de alimentos, agua y atención médica, la falta de seguridad, obstáculos políticos y la profunda falta de confianza obstaculizan la ayuda humanitaria. Independientemente de quién controle el territorio, se debe permitir la entrada de ayuda humanitaria de inmediato y sin interferencias".
La organización también reveló que el gobierno sirio ha impedido el acceso de agencias de la ONU y organizaciones humanitarias a la provincia bajo el pretexto de "preocupaciones de seguridad", señalando una circular emitida por la oficina del ministro de Relaciones Exteriores sirio el 20 de julio que exige a las organizaciones internacionales obtener aprobación previa antes de ingresar a la zona, lo que dificulta la respuesta urgente a la crisis.
A pesar del anuncio de un alto el fuego el 21 de julio y la evacuación de familias beduinas que estaban atrapadas en Sweida, la organización expresó su preocupación por la falta de garantías para el retorno seguro de los desplazados o el abordaje del colapso de los servicios básicos.
Señaló que el acuerdo de alto el fuego no incluyó disposiciones que obliguen a las partes a proteger a los civiles o garantizar el acceso de la ayuda o responsabilizar a los responsables de las violaciones, además de excluir a representantes beduinos de las negociaciones.
La organización destacó un discurso del presidente sirio Ahmad al-Shar'a el 19 de julio, en el que calificó a las facciones armadas en Sweida como "fuera de la ley", mientras elogiaba la llegada de combatientes tribales a la región, lo que consideró una "señal peligrosa" que podría fomentar represalias de entidades no oficiales en lugar de fortalecer la seguridad a través de las instituciones estatales.
"Human Rights Watch" enfatizó que: "Empoderar a grupos armados no subordinados a su autoridad profundiza el caos, mientras que Siria necesita fuerzas de seguridad profesionales y responsables que representen a todas las sectas y las protejan sin discriminación".
También instó a restablecer los servicios básicos, garantizar la protección inmediata de civiles y trabajadores humanitarios, y permitir que observadores independientes accedan a las áreas afectadas para monitorear las violaciones y garantizar la rendición de cuentas.