En la ciudad de 6 de Octubre, al sur de Egipto, se produjo una trágica tragedia el martes por la noche, después de la explosión de un gasoducto principal, que resultó en la muerte de 3 personas y 13 heridos, además de varios automóviles que se incendiaron en el momento del accidente.
En momentos aterradores, las llamas se elevaron densamente en el cielo de la zona, mientras enormes nubes de humo cubrían el aire, entre los gritos de pánico de los ciudadanos que se encontraban cerca del lugar de la explosión.
Testigos presenciales describieron la escena como un "infierno en la tierra", donde varios autos fueron consumidos por el fuego y se convirtieron en estructuras carbonizadas en cuestión de minutos.
Las fuerzas de protección civil y los equipos de bomberos se apresuraron al lugar del accidente en una carrera contra el tiempo para sofocar el incendio y evitar que se propagara a áreas cercanas. Las autoridades cerraron completamente la carretera de Al Wahat y desviaron el tráfico para asegurar la zona, mientras equipos técnicos se encargaron de cerrar el gasoducto explosivo.
El Ministerio de Salud anunció en un comunicado oficial que 8 de los heridos fueron trasladados al Hospital Sheikh Zayed especializado, mientras que los otros cinco fueron llevados al Hospital Central de 6 de Octubre, confirmando el envío de 12 ambulancias completamente equipadas al lugar del accidente para brindar atención de emergencia.
La Fiscalía General abrió una investigación inmediata sobre las circunstancias del accidente, en medio de demandas populares para revelar las causas de la explosión y responsabilizar a cualquier entidad que pueda ser responsable de negligencia o falta.
Este doloroso incidente plantea interrogantes sobre las medidas de seguridad en la infraestructura vital, y vuelve a alertar sobre la urgente necesidad de asegurar las líneas de gas y reforzar la supervisión y el mantenimiento periódico en tales áreas.