Francia y las Naciones Unidas condenan las detenciones "arbitrarias" de sus empleados en Yemen a manos de los hutíes

Francia condenó enérgicamente la ola de detenciones llevadas a cabo por el grupo "hutí" en Yemen contra empleados de las Naciones Unidas, calificándolas de "arbitrarias" y exigiendo su "liberación inmediata e incondicional".
Esto fue declarado por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Christophe Lemoine, quien dijo: "Estas detenciones son incompatibles con el derecho internacional", advirtiendo que estas acciones "obstruyen la distribución de la ayuda humanitaria que necesita el pueblo yemení, contribuyendo así a agravar la crisis humanitaria en Yemen".
Estas declaraciones se producen después de que las Naciones Unidas anunciaron el domingo la detención de al menos 11 de sus empleados a manos de los hutíes en las ciudades de Saná y Al Hudaydah, en el marco de una campaña de detenciones que siguió a la muerte del jefe de su gobierno no reconocido internacionalmente en ataques aéreos israelíes el jueves pasado.
Por su parte, el enviado de la ONU a Yemen, Hans Grundberg, confirmó que los hutíes habían detenido "al menos a 11 empleados de las Naciones Unidas en una campaña que calificó de "arbitraria"", señalando que "estas detenciones se suman a 23 empleados de las Naciones Unidas que aún están bajo custodia, algunos de los cuales han estado detenidos desde 2021 y 2023".
El Programa Mundial de Alimentos también anunció la detención de uno de sus empleados en la capital Saná, que ha estado bajo control hutí desde 2014. Una fuente de seguridad en Saná informó a la agencia de noticias francesa que el domingo se detuvo a siete empleados del Programa Mundial de Alimentos y a tres más de la UNICEF.
A su vez, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, condenó estas detenciones en un comunicado emitido el domingo, diciendo: "Condeno enérgicamente las detenciones arbitrarias que afectaron a al menos 11 empleados de las Naciones Unidas el 31 de agosto a manos de las autoridades de facto hutíes en las áreas bajo su control".
Guterres pidió la "liberación inmediata e incondicional" de todos los empleados detenidos, incluidos "todos los empleados de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales, así como miembros de la sociedad civil y misiones diplomáticas que están detenidos arbitrariamente".