En un nuevo escalofriante episodio en el frente ucraniano-ruso, la capital ucraniana, Kiev, fue sacudida esta madrugada por una serie de explosiones violentas que coincidieron con intensos ataques ucranianos en áreas controladas por Rusia en la región de Donetsk, mientras que Moscú respondió anunciando el derribo de 42 drones ucranianos en cuestión de horas.
El Ministerio de Defensa ruso informó que las fuerzas de defensa aérea interceptaron y destruyeron los drones entre las 8 y las 11 de la noche, hora de Moscú, sobre varios territorios rusos.
Como resultado, la Agencia Federal Rusa de Transporte Aéreo impuso restricciones temporales a la llegada y salida de aviones en cuatro aeropuertos, que son el aeropuerto de Nizhni Nóvgorod (Strigino), el aeropuerto de Tambov (Donetsk), el aeropuerto de Pulkovo en San Petersburgo y el aeropuerto de la provincia de Kaluga en el oeste de Rusia, como parte de medidas para garantizar la seguridad de los vuelos civiles.
Por su parte, la agencia "Ukrinform" informó sobre explosiones en Kiev, coincidiendo con la activación de las alarmas aéreas por ataques aéreos en la ciudad y en varias provincias como Sumy, Kharkiv, Chernihiv, Dnipropetrovsk y Kirovohrad, con informes de explosiones en Kryvyi Rih.
Asimismo, Denis Pushilin, presidente de la "República Popular de Donetsk", anunció la muerte de cuatro personas y siete heridos como resultado de los ataques ucranianos contra las áreas de Petrovsky y Horlivka utilizando drones, confirmando daños materiales en un edificio residencial y una escuela, mientras se brindaba atención médica a los heridos.
En un comunicado adicional, el Ministerio de Defensa ruso explicó que derribaron otros cinco drones en dos horas, tres de ellos en la provincia de Bryansk, y uno en cada una de las provincias de Smolensk y Kursk, señalando la continuación de los esfuerzos defensivos ante los repetidos ataques aéreos.
Este último recrudecimiento se produce dentro de una ola continua que comenzó a principios de julio de 2025, con Moscú intensificando sus ataques contra la infraestructura vital dentro de Ucrania, mientras Kiev sigue apuntando a áreas dentro de Rusia con drones, en medio de un estancamiento político y militar que complica las posibilidades de calma o de llegar a una solución pacífica en un futuro cercano.