En un desarrollo sorpresivo, la región del campo petrolero de Al-Omar en el este de Deir ez-Zor fue sacudida por explosiones violentas que coincidieron con la retirada de las fuerzas estadounidenses de la base militar que estaba bajo su control.
Según fuentes locales y sitios especializados, estas explosiones fueron el resultado de ataques aéreos llevados a cabo por aviones de la coalición internacional, que tenían como objetivo destruir la infraestructura militar que se había establecido en el campo antes de la salida de las fuerzas estadounidenses.
Los informes confirmaron que aviones estadounidenses volaron intensamente sobre la región, realizando al menos cuatro ataques que apuntaron a instalaciones estratégicas en los alrededores del campo petrolero de Al-Omar.
Estos ataques forman parte de la política de la coalición internacional de destruir cualquier equipo o instalación que pueda representar una amenaza para la seguridad en la región después de la salida de las fuerzas estadounidenses de la base que era crucial en las operaciones militares.
A pesar de que han pasado horas desde el incidente, los detalles precisos sobre los objetivos de los ataques aún no están claros.
Esto plantea muchas preguntas sobre las motivaciones de la coalición detrás de estos ataques: ¿Fue el único objetivo destruir la infraestructura o hay objetivos estratégicos más grandes en juego? Con las tensiones de seguridad continuas en la región, sigue abierta la pregunta sobre si este paso es parte de una estrategia más amplia de la coalición internacional en Oriente Medio.